Una avioneta para el 'número tres'

Alguien del comité electoral del PSOE reparó hace unos días en que el secretario de organización, José María Txiki Benegas, necesitaba una avioneta si se mantenía la pretensión de que recorriera el territorio nacional a un ritmo de dos y tres poblaciones diarias. Un esfuerzo que a veces, para su desesperación, es poco conocido.A Benegas le dieron la señal de salida -y eso que no es candidato a nada- antes que a los demás. Desde mayo ha explicado la gestión socialista en ciudades y pueblos adonde no iba a llegar en los 21 días de campaña oficial.

Se creyó que el número tres...

Alguien del comité electoral del PSOE reparó hace unos días en que el secretario de organización, José María Txiki Benegas, necesitaba una avioneta si se mantenía la pretensión de que recorriera el territorio nacional a un ritmo de dos y tres poblaciones diarias. Un esfuerzo que a veces, para su desesperación, es poco conocido.A Benegas le dieron la señal de salida -y eso que no es candidato a nada- antes que a los demás. Desde mayo ha explicado la gestión socialista en ciudades y pueblos adonde no iba a llegar en los 21 días de campaña oficial.

Se creyó que el número tres de la jerarquía del PSOE era la persona adecuada para realizar el chequeo al partido y, para recorrer aquellos lugares donde González y Guerra iban a estar ausentes.

Para la envergadura de la empresa viaja con poco equipaje. La senadora y eurodiputada Ana Miranda, Checho, su hombre de confianza y cuatro escoltas son el equipo habitual.

Benegas baja a la arena, ofrece mítines en las plazas públicas, se deja achuchar, palmotear la espalda, besar y estrujar por aquéllos, sobre todo veteranos socialistas, que le ven "joven y valiente". Aprovecha sus estancias para conocer la situación del partido en la zona visitada, con reuniones internas, siempre antes de los mítines. Hace, en definitiva, lo que hizo en 1982 Felipe González.