Cartas al director

La preporencia de una aseguradora

He comprobado una vez más cómo el capital no tiene corazón, y que, en ocasiones, no tiene ni tan siquíera vergüenza. Poseo un vehículo que me es totalmente necesario para mi trabajo diario. Lo tengo asegurado en una compañía que opera en España, aunque es británica, y sus siglas (CU) se parecen a las de un partido político catalán, aunque no tiene nada que ver con él. Pues bien, la compañía me ha remitido una carta diciendo que como el agente de seguros con el que tengo suscrita la póliza les ha supuesto pérdidas en el conjunto de su negocio, anuncian que a partir del actual vencimiento anulan...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

He comprobado una vez más cómo el capital no tiene corazón, y que, en ocasiones, no tiene ni tan siquíera vergüenza. Poseo un vehículo que me es totalmente necesario para mi trabajo diario. Lo tengo asegurado en una compañía que opera en España, aunque es británica, y sus siglas (CU) se parecen a las de un partido político catalán, aunque no tiene nada que ver con él. Pues bien, la compañía me ha remitido una carta diciendo que como el agente de seguros con el que tengo suscrita la póliza les ha supuesto pérdidas en el conjunto de su negocio, anuncian que a partir del actual vencimiento anulan todos los seguros de coches hechos por él, al margen de que -como es mi caso- en tres años yo no haya tenido ningún accidente.Al principio pensé que habría algún problema económico de fondo, pero me he llevado una sorpresa mayúscula al saber, que, efectivamente, la única cuestión era que en el último año los coches negociados por mi agente habían dado un balance, negativo. Con ello, la compañía nos quita -por no decir que nos roba- a todos los asegurados el descuento que nos correspondería por no haber tenido siniestros. Juegan con millones y, ya se sabe, no respetan nada.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En