Tribuna:

Los compradores deciden tomarse unas vacaciones

La aparición de papel en una jornada que se esperaba fuese de trámite ha provocado numerosas sorpresas y algunos nervios entre los inversionistas, lo que contribuyó a incrementar el caudal vendedor de esta sesión de cierre. La necesidad de buscar justificaciones ha llevado a culpar a los inversionistas extranjeros o a extraños rumores del descalabro registrado por los índices de las cuatro bolsas, sin que al final hayan quedado claras las causas de esta nueva tormenta que, por el momento, aleja la posibilidad de conquistar la cota del 200%. La referencia a un nivel alto puede ser la verdadera ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La aparición de papel en una jornada que se esperaba fuese de trámite ha provocado numerosas sorpresas y algunos nervios entre los inversionistas, lo que contribuyó a incrementar el caudal vendedor de esta sesión de cierre. La necesidad de buscar justificaciones ha llevado a culpar a los inversionistas extranjeros o a extraños rumores del descalabro registrado por los índices de las cuatro bolsas, sin que al final hayan quedado claras las causas de esta nueva tormenta que, por el momento, aleja la posibilidad de conquistar la cota del 200%. La referencia a un nivel alto puede ser la verdadera causa de esta apresurada retirada que ha provocado pérdidas en casi todos los sectores del mercado.Ya en la sesión anterior, y sin la tutela del mercado madrileño, las otras tres bolsas no pudieron dar una imagen positiva, aunque la nota más destacada de ese día no fue la debilidad, sino la irregularidad. La falta de ideas a estas alturas del ejercicio necesita de cualquier apoyo por pequeño que sea, ya que los inversionistas no consiguen sustraerse a la idea de que con los precios en estos niveles están haciendo ejercicios sin red. No es extraño, por tanto, que cualquier muestra de debilidad consiga provocar una corriente vendedora, sobre todo cuando existe una sensación de una caída fuerte de los precios.

Con este ambiente, los deseos de vender pronto se fueron extendiendo por el parqué, arrastrando con su empuje a los precios y sembrando la confusión, pues las causas de semejante castigo no aparecían nada claras. El sector bancario vuelve a mostrar un claro predominio vendedor, y una acentuada capacidad de selección del dinero, tan solo centrado en un par de valores de los siete grandes. El resto, acumuló más de 250.000 títulos sin contrapartida compradora y registró descensos entre dos y 17 enteros. Sin embargo, el volumen de las operaciones ha vuelto a situarse casi en los 600.000 títulos, lo que indica que existen compradores.

Entre las eléctricas apenas se han valorado las ampliaciones de capital y los repartos de dividendos anunciados en estos días, que corresponden a las expectativas del mercado. Los recortes que sufrieron estos valores mantuvieron, en general, una relación directa con su precio, y tan solo se notó la ausencia de las posiciones compradoras que había al cierre de la última sesión.

Los valores industriales volvieron a acusar, en general, la presión vendedora con más fuerza que los demás grupos, acumulando las bajas más importantes los grupos químico, de construcción y comunicaciones, al tiempo que los únicos avances a nivel sectorial se dieron en alimentación y siderúrgicas.

El nivel de la contratación ha registrado un retroceso importante en los últimos días, con lo que la media diaria ha bajado ya de los 13.000 millones de pesetas efectivas en el mercado madrileño. El miércoles se negociaron 9.665,45 millones de pesetas, siendo esta la primera vez en este mes que la contratación diaria no llega a los 10.000 millones. La situación al cierre no ofrecía síntomas de variación, por lo que habrá que esperar a la próxima semana para ver si se mantiene esta situación o, por el contrario, se considera suficiente este recorte.

Archivado En