Ningún sindicalista de UGT entrará por momento en la Trilateral, a pesar de los intentos de la Comisión

Ningún sindicalista de la Unión General de Trabajadores (UGT) entrará en la Comisión Trilateral, coincidiendo con la reunión plenaria de este organismo, que se reúne este fin de semana en Madrid. Los miembros españoles de la Trilateral llevan intentando desde hace muchos meses que la delegación se amplíe con representantes de la familia socialista, sin recibir ninguna respuesta positiva por parte de las más altas instancias del partido socialista y del Gobierno. Así pues, el socialismo español sigue representado únicamente por el presidente de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), ...

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Ningún sindicalista de la Unión General de Trabajadores (UGT) entrará en la Comisión Trilateral, coincidiendo con la reunión plenaria de este organismo, que se reúne este fin de semana en Madrid. Los miembros españoles de la Trilateral llevan intentando desde hace muchos meses que la delegación se amplíe con representantes de la familia socialista, sin recibir ninguna respuesta positiva por parte de las más altas instancias del partido socialista y del Gobierno. Así pues, el socialismo español sigue representado únicamente por el presidente de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), Luis Solana. Luis Solana, José Antonio Segurado (ambos del comité ejecutivo de la Trilateral) y Jaime Carvajal y Urquijo han señalado que no han recibido ninguna indicación positiva de los socialistas sobre la posibilidad de que en el futuro in mediato se integre un sindicalista de UGT en la Comisión. A esta organización -el más poderoso club privado del mundo- se pertenece a título particular, no de la empresa, partido político o central sindical en la que se esté encuadrado. Sin embargo, "los socialistas españoles tenemos una disciplina con nuestro partido, y por tanto consultamos con la dirección cualquier decisión importante. Así lo hice yo con Felipe González para entrar en la Trilateral", afirmó Luis Solana.

Sin embargo, la entrada de Solana fue consultada reiteradamente con González y con Alfonso Guerra por los entonces miembros del comité ejecutivo de la Trilateral, Carlos Ferrer Salat, José Antonio Segurado- y Carlos March. Enrique Tierno Galván, el que fue alcalde de Madrid, se interesó por la Comisión pero su nombre no obtuvo el plácet de los dirigentes del partido socialista.

Así pues, la delegación española sigue escorada claramente a la derecha del espectro político español. A la Comisión Trilateral no pueden entrar representantes comunistas, pese a que en algún momento los delegados europeos consideraron la posibilidad de integrar a algún ideólogo notable del eurocomunismo. Esta posibilidad fue desechada rotundamente por los miembros norteamericanos de la Comisión. Otra persona con la que se tuvo contactos -fallidos- para entrar en la delegación española fue el político vasco Javier Arzalluz.

El cupo de miembros españoles en la Trilateral (que en conjunto agrupa a 320 personalidades de 14 naciones) oscila entre 14 y 15 puestos, de los cuales están cubiertos 13. Este cupo, que fue negociado en 1979 por Carlos Ferrer Salat y- José Antonio Segurado con el presidente y factótum de la Comisión, David Rockefeller, se: calcula por parámetros de población, riqueza nacional, renta per cápita, etcétera, '"corregido por una cierta flexibilidad". Actualmente hay 140 europeos (procedentes de Francia, República Federal de Alemania, Reino Unido, Italia, Irlanda, España, Portugal, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Noruega), 105 de Estados Unidos y Canadá y 75 japoneses.

El matrimonio

En la presentación, ayer, a la Prensa de la reunión del plenario de la organización Segurado, Solana y Carvajal definieron a la Trilateral como un foro que tiene gran influencia en el mundo a través de sus estudios, nunca por línea ejecutiva. "La Trilateral es el matrimonio de los influyentes con los intelectuales", definió Solana. Reconocieron que su leyenda de gobierno del mundo en la sombra pudo generarse por la poca transparencia que la institución tuvo en sus comienzos. A la reunión de Madrid están invitada la mayor parte de los presidentes de los siete grandes bancos del país, y los más de 200 asistentes escucharán los discursos de Manuel Fraga y de Felipe González.

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