Dos entrenadores, presuntos implicados en el escándalo de las quinielas italianas

Dos entrenadores del fútbol profesional italiano, Aldo Agroppi (Fiorentina) y Renzo Ulivieri (despedido recientemente del Cagliari), aparecen como presuntos implicados en la compraventa de partidos de la Liga italiana para las quinielas clandestinas. El día anterior se conoció que podían estar involucrados seis árbitros, dos de ellos internacionales.Estas revelaciones aparecen en el material registrado en las conversaciones telefónicas intervenidas y que están a disposición del fiscal de los tribunales de Turín, Giuseppe Marabotto, principal investigador del escándalo. Por el momento, estas so...

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Dos entrenadores del fútbol profesional italiano, Aldo Agroppi (Fiorentina) y Renzo Ulivieri (despedido recientemente del Cagliari), aparecen como presuntos implicados en la compraventa de partidos de la Liga italiana para las quinielas clandestinas. El día anterior se conoció que podían estar involucrados seis árbitros, dos de ellos internacionales.Estas revelaciones aparecen en el material registrado en las conversaciones telefónicas intervenidas y que están a disposición del fiscal de los tribunales de Turín, Giuseppe Marabotto, principal investigador del escándalo. Por el momento, estas sospechas no ticnen relevancia desde el punto de vista penal, aunque sí lo tienen en el aspecto deportivo, cuya investigación corre a cargo de Corrado de Biase, jefe del Comité Disciplinario de la Federación Italiana.

El hecho que involucraría a ambos técnicos se remonta, al 3 de junio de 1985, cuando Agroppi dirigía al Perugia y Ulivieri al Cagliari, ambos de Segunda División, que se enfrentaron y ganó el Perugia por 2-1.

Este resultado, que daba esperanzas de promoción al Perugia, mientras que condenaba a la Tercera División al equipo sardo, se redondeó de la forma siguiente: el Perugia marcó a los ocho minutos, merced a un autogol del Chinellato -que ha recibido citación judicial del fiscal Marabotto-; a los 73 minutos, aumentó Massi el marcador, para el Perugia, y Quagliozzi acortó distancias seis minutos después. Cuando campeaba el 1-0 en el tanteador, el jugador Venturi, del Cagliari, lanzó a las nubes un penalti que de haberse transformado, habría significado el 1-1.

Pero el Cagliari se salvó, finalmente, del descenso gracias a que prosperó una demanda contra el Padova por haber comprado éste su victoria contra el Taranto, lo que le supuso la pérdida de la categoría y descender, pues, a Tercera. El entonces técnico del Perugia y hoy de la Fiorentina, Aldo Agroppi, ha salido al paso de estas inculpaciones: "Aquí se busca a toda costa el escándalo, las noticias falsas y la difamación. Yo estoy tranquilo porque este asunto del totonero no me roza en lo más mínimo y no he recibido ninguna citación judicial".

"Me reservo el derecho de querellarme contra los que me han difamado y no descarto que todo esto forme parte de un plan desestabilizador, en vísperas del último partido de la Liga, en el que la Fiorentina se juega su participación en la Copa de la UEFA del año próximo", añadió Agroppi.

El balón, por tanto, se lo ha pasado ahora Marabotto a Debiase, quien debe investigar un total de 60 partidos jugados en la presente temporada (20 corresponden a la Primera División; 28, a la Segunda, y 12, a la Tercera, además de tres de la Copa de la Liga y dos de la Copa de la UEFA).

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