Eliminar a los escritores

Es curioso que en un sistema político como en el que estamos viviendo, democrático y constitucionalista en su aparente versión socialista, con bastante más libertad de expresión que en regímenes anteriores y que se llena la boca con la palabra cultura, llevándola a su extremo tópico y ambiguo, se haya producido tan implacable ataque al ejercicio de la literatura, de los escritores independientes, representado: a) por el indudable perjuicio que les va a causar la nueva ley de Propiedad Intelectual; b) por su inclusión como autónomos en el régimen general de la Seguridad Soc...

Es curioso que en un sistema político como en el que estamos viviendo, democrático y constitucionalista en su aparente versión socialista, con bastante más libertad de expresión que en regímenes anteriores y que se llena la boca con la palabra cultura, llevándola a su extremo tópico y ambiguo, se haya producido tan implacable ataque al ejercicio de la literatura, de los escritores independientes, representado: a) por el indudable perjuicio que les va a causar la nueva ley de Propiedad Intelectual; b) por su inclusión como autónomos en el régimen general de la Seguridad Social, y c) por la ridiculez inmisericorde de incluirlos entre los empresarios y profesionales que tienen que cobrar el IVA y liquidarlo a Hacienda, proveyéndose antes de un número de identificación fiscal.La cosa moverá a risa y todo lo que se quiera, pero que el socialismo democrático, quizá con una burda buena voluntad sin matices ni entendimiento profundo del problema, haya metido al escritor en ese absurdo callejón sin salida, cuando se sabe que el 90% de los escritores no gana ni para pagarse la licencia fiscal, supone una de las contradicciones culturales más graves que jamás se vieron en todos los tiempos. Ahora ya no se trata de que usted, escritor o periodista independiente, sin contrato laboral, no escriba por culpa de. la censura política, que también, sino que se trata de que queda usted simplemente borrado. Esta involución, históricamente, ¿habrá que atribuirla al socialismo o a la ignorancia? Por otra parte, creo que la Asociación Colegial de Escritores ya debería haber impartido alguna normativa a sus dulces afiliados.-