Tribuna:

El mercado impone su propio criterio

La situación ha variado radicalmente en los mercados de valores, con lo que, por ahora, se aleja la posibilidad de una incidencia importante de los factores políticos sobre la evolución de las cotizaciones, al menos, el tradicional barómetro de la economía no parece inclinarse por señalar tormentas por ese lado. La retirada de muchas partidas vendedoras y la absorción de las que insistieron en mantener su postura responden a la realidad y firmeza de las expectativas a corto y medio plazo de la economía española.La caída de los precios de la jornada anterior parece obedecer a la necesidad de ob...

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La situación ha variado radicalmente en los mercados de valores, con lo que, por ahora, se aleja la posibilidad de una incidencia importante de los factores políticos sobre la evolución de las cotizaciones, al menos, el tradicional barómetro de la economía no parece inclinarse por señalar tormentas por ese lado. La retirada de muchas partidas vendedoras y la absorción de las que insistieron en mantener su postura responden a la realidad y firmeza de las expectativas a corto y medio plazo de la economía española.La caída de los precios de la jornada anterior parece obedecer a la necesidad de obtener papel barato más que a una realización de beneficios, en el más estricto sentido del término, pues no se considera, de momento, el final de la tendencia alcista. Por supuesto, y dado que la evolución de las bolsas no obedece a leyes inalterables, cabe la equivocación, máxime cuando quedan unas difíciles jornadas por delante en las que la ausencia de contratación hace imposible la vuelta atrás. Pero es precisamente esta circunstancia, la apuesta con un fin de semana difícil por delante, lo que lleva a pensar en una cierta seguridad de esta toma de decisiones.

Curiosamente, la contratación de valores bancarios es de las que han registrado un alza importante, con sólo dos de los valores del grupo de los siete grandes con saldo vendedor, aunque al final se impusieron las bajas. Uno de los valores que bajaron fue el Hispano, que con casi 70.000 títulos a la venta cedió 10 enteros, coincidiendo con el anuncio del abono de un dividendo de 25 pesetas a sus accionistas. Sin embargo, al cierre el papel había sido absorbido, con lo que este grupo puede esperar la reanudación de la actividad bursátil con cierta tranquilidad.

La elevación del precio del dinero, ya por encima del 11 % en el mercado interbancario para operaciones a un día y a tres meses, si bien se mira con alguna desconfianza, se considera como algo coyuntural y no ha tenido incidencia en el desarrollo de la sesión. Al tiempo, los pagarés del Tesoro negociados en bolsa con pacto de recompra comienzan a recuperar los niveles habituales de sus tipos de interés.

Entre los sectores que empiezan a recuperar la normalidad se encuentra el eléctrico que, a pesar de los altibajos experimentados por las cotizaciones, termina la sesión con un discreto avance de cuatro centésimas. Las repeticiones fueron una de las notas destacadas dentro de este grupo, al tiempo que entre los valores principales se produjeron todavía algunos reajustes.

Los índices generales de las cuatro bolsas registraron resultados positivos, ganando Madrid seis centésimas; Barcelona 49; 2,03 puntos sube Bilbao, y Valencia consigue la más alta con 2,29. No obstante, y debido a la importancia de la caída de la sesión anterior, los máximos anuales se mantienen en las sesiones de apertura semanal, y en torno a los cinco puntos por encima del nivel actual.

La contratación, que en esta semana rondará los 45.000 millones de pesetas efectivas, volvió a recuperarse en la jornada de cierre, lo que hace suponer que existe un buen nivel de confianza en las posibilidades de los mercados.

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