Cartas al director

Manifiestos y dos apellidos

Anduvieron muy acertados quienes tal cosa hicieron al instituir que los españoles, en un afán de clarificación y rigor que en nuestro país no deja de ser sorprendente, nos identificásemos por la adición de dos apellidos en vez de uno a nuestro nombre de pila. Si el ínclito don Miguel ya firmaba como Cervantes Saavedra, bueno fuera que de él abajo ninguno osara poner en riesgo el derecho a la intimidad de todo un enjambre de individuos con las solas alas de un apellido muy común unido a su nombre. Baste con consultar la guía telefónica de nuestra villa para comprender la magnitud de la confusió...

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Anduvieron muy acertados quienes tal cosa hicieron al instituir que los españoles, en un afán de clarificación y rigor que en nuestro país no deja de ser sorprendente, nos identificásemos por la adición de dos apellidos en vez de uno a nuestro nombre de pila. Si el ínclito don Miguel ya firmaba como Cervantes Saavedra, bueno fuera que de él abajo ninguno osara poner en riesgo el derecho a la intimidad de todo un enjambre de individuos con las solas alas de un apellido muy común unido a su nombre. Baste con consultar la guía telefónica de nuestra villa para comprender la magnitud de la confusión que tal hecho acarrearía en la vida civil de nuestro pueblo.Viene lo anterior a cuento de que en EL PAÍS de hoy, domingo, y bajo el epígrafe Manifiesto a favor del sí en el referéndum, la lista de firmantes viene encabezada por quien, para mi alarma y disgusto, se llama José María Álvarez y es escritor.

Y yo, escritor como él, y José María Álvarez como él, me diferencio en llamarme Cruz de segundo apellido, que en todos mis escritos exhibo, y en ser, en esta ocasión, ardiente partidario y propagandista del no en el referéndum del próximo día 12.

Como es mucha la gente que me conoce, y en mucho aprecio su respeto por ese aspecto fundamental de mi persona que es mi coherencia de pensamiento, respeto que podría verse menoscabado al suponerme defendiendo una opción que en modo alguno puede ser la mía, le ruego muy encarecidamente, señor director, que tan pronto como pueda publique esta carta para deshacer lo que para mí es un muy enojoso entuerto.-

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