Noruega rechaza las presiones de la OPEP para reducir su produccion

El Gobierno noruego ratificó ayer públicamente su oposición a cualquier tipo de reducción de su producción de crudo, resistiendo así las presiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para estabilizar el precio del crudo de una forma coordinada. Por su lado, el ministro de Energía y Minas venezolano, Arturo Hernández Grisanti, continuó ayer su periplo por los países productores para tratar de conseguir adeptos a sus tesis de controlar la producción.En una declaración formal en Oslo, el ministro de Energía noruego, Kaare Kristiansen, declaró que su Gobierno mantendrá su ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno noruego ratificó ayer públicamente su oposición a cualquier tipo de reducción de su producción de crudo, resistiendo así las presiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para estabilizar el precio del crudo de una forma coordinada. Por su lado, el ministro de Energía y Minas venezolano, Arturo Hernández Grisanti, continuó ayer su periplo por los países productores para tratar de conseguir adeptos a sus tesis de controlar la producción.En una declaración formal en Oslo, el ministro de Energía noruego, Kaare Kristiansen, declaró que su Gobierno mantendrá su política petrolera, basada en una "estrategia a largo plazo" elaborada a nivel gubernamental. Kristiansen añadió que "no veía motivos para reducir la producción, al margen de los inadmisibles, a corto plazo, de controlar el precio".

El ministro de Energía noruego se reunió el pasado domingo en Ginebra con el representante de la OPEP, el venezolano Hernández Grisanti, que ocupa ahora la presi-:dencia del consorcio. En la entrevista, el ministro venezolano le expuso los motivos aducidos por la organización petrolera para recortar la producción.

Días antes, Hernández Grisanti se había entrevistado en El Cairo, acompañado por el secretario del Petróleo mexicano, Fernando Labastida, con su homólogo egipcio, que se mostró de acuerdo en realizar consultas previas a cualquier decisión que, en materia de precios y producción, su Gobierno adoptada y afectara al mercado mundial.

Lo que más preocupa a algunos países de la OPEP, aparte del actual caos que existe en el mercado mundial, es la política definida por Noruega para los próximos cinco años, cuando piensa incrementar el volumen de producción en un 50%. Según estimaciones avanzadas ayer por la agencia noruega de noticias, este país podría soportar perfectamente un precio del barril de crudo de unos 10 dólares, es decir, seis menos del nivel más bajo que ha alcanzado esta materia prima en los mercados mundiales en los últimos días.Tras la declaración de ayer, Noruega se alinea con la posición defendida por el Gobierno de Margaret Thatcher, que siempre ha defendido la independencia de su política petrolera frente a las presiones de la OPEP. Hasta la fecha, el Gobierno británico se ha negado a mantener entrevistas con representantes de la OPEP, aunque, por motivos protocolarios, su ministro de Energía ha recibido al ministro de Petróleo de los Emiratos Árabes Unidos, Manaa al Saed Oteiba.

Repercusiones venezolanas

Por otro lado, expertos financieros norteamericanos hacían cábalas ayer sobre las repercusiones que tendrá la decisión venezolana de bajar cinco dólares el precio de todos sus crudos en la capacidad del Gobierno de Caracas de afrontar los pagos de su deuda exterior. Con un recorte de esas características, las tarifas del crudo venezolano se colocarían en torno a una media de 17 dólares por barril.Venezuela debe firmar el próximo 26 de febrero un acuerdo consus acreedores bancarios para reestructurar una deuda exterior del orden de los 21.200 millones de dólares, sobre un total de 32.000 millones. La reducción de los ingresos petroleros supondría un duro golpe en la confianza de los banqueros, que ya han llegado a un acuerdo en principio con Caracas para reestructurar su deuda.

Las exportaciones venezolanas de crudo apenas han alcanzado los 800.000 barriles diarios en las últimas semanas, según estimaciones fiables del mercado de Nueva York. Esto significa que Venezuela ha reducido en casi un 45% su cuota del mercado mundial. Hace unos meses, Caracas colocaba en el mercado 1,4 millones de barriles de crudo diarios.

No obstante, expertos financieros señalan que la posición de Venezuela es mucho más cómoda que la de México. El Gobierno de Caracas tiene unas reservas del orden de los 13.800 millones de dólares y una deuda de 32.000 millones, una de las más bajas, porcentualmente, del continente, según estimaciones de expertos norteamericanos.

Archivado En