Precintado un piso dedicado al tráfico y consumo de droga

Inspectores de la comisaría de Centro han descubierto y precintado un piso, en el número 2 de la calle de San Bartolomé, del distrito Centro de Madrid, utilizado por grupos de toxicómanos como lugar para adquirir y consumir la droga. La redada, efectuada el pasado viernes, permitió la detención de más de 40 personas, aunque la mayoría fue puesta en libertad al comprobarse que eran sólo consumidores. Los vecinos del inmueble conocían el uso que se daba al piso, pero no llegaron a denunciarlo por temor a posibles represalias.

La vivienda del tercer piso del inmueble citado estaba alquilad...

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Inspectores de la comisaría de Centro han descubierto y precintado un piso, en el número 2 de la calle de San Bartolomé, del distrito Centro de Madrid, utilizado por grupos de toxicómanos como lugar para adquirir y consumir la droga. La redada, efectuada el pasado viernes, permitió la detención de más de 40 personas, aunque la mayoría fue puesta en libertad al comprobarse que eran sólo consumidores. Los vecinos del inmueble conocían el uso que se daba al piso, pero no llegaron a denunciarlo por temor a posibles represalias.

La vivienda del tercer piso del inmueble citado estaba alquilada a nombre de una mujer llamada María de los Reyes. Según el relato de los vecinos, la mujer abandonó el piso hace unos cinco meses, pero, en lugar de devolver la llave al propietario, Luis G. L., dejó la casa a una muchacha con quien convivía, llamada Mónica, y a sus amigos en general. En los últimos meses, la vivienda, de cerca de 200 metros cuadrados repartidos en ocho habitaciones, se había convertido en una especie de moderno fumadero de opio, aunque en este caso la droga consumida era la heroína.El relato de los vecinos habla de que los toxicómanos acudían diariamente al piso, a cualquier hora del día o de la noche, para adquirir la droga e inyectarse allí mismo. Las jeringuillas se encontraban en la escalera, en el patio de la casa o en las inmediaciones. Hablan también de las juergas y las broncas continuas, de las que tienen constancia por las risas, los insultos o las conversaciones a voz en grito.

El edificio tiene cuatro plantas, tres de ellas ocupadas por hostales, y el restante, el tercer piso, es la vivienda en cuestión. La información facilitada por la Jefatura Superior de Policía indica que inspectores de la comisaría de Centro descubrieron una presencia desusada de toxicómanos en la zona de la plaza de Vázquez de Mella y comprobaron que muchos de ellos entraban en el inmueble de la calle de San Bartolomé. El viernes, provistos del correspondiente mandamiento judicial, un grupo de inspectores y policías entró en el piso y detuvo a 12 personas. En el piso se encontraron 33 papelinas o dosis de heroína y algo de hachís.

Entre las 12 personas detenidas había un mozambiqueño y un árabe, y el resto son españoles. Cuatro eran mujeres y seis tenían antecedentes policiales. Mientras los policías estaban registrando el piso, fueron llegando al mismo hasta 25 jóvenes, que fueron detenidos y luego puestos en libertad al comprobar que eran simples consumidores.

El piso no era realmente una vivienda habitada, sino un centro de distribución y consumo de drogas. Su estado de suciedad y falta de higiene eran lamentables. El mobiliario se reducía a jergones y colchones sucios repartidos por las habitaciones, así como algunas sillas y mesas desvencijadas. Montones de colillas, paquetes de cigarrillos, jeringuillas y basura en general se esparcían por toda la casa.

De los 12 detenidos, informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, ninguno reconoce ser responsable de la casa, y la falta de un contrato o recibos dificulta poder señalar a alguien como tal.

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Se sabe que Mónica, la mujer que llevaba más tiempo habitando la casa, no quedó detenida. Su padre llegó a la casa, parece ser que durante la redada, se hizo responsable de ella y se la llevó.

Los vecinos se habían reunido varias veces para decidir si ponían una denuncia, pero el temor a firmarla, y así significarse ante los toxicómanos, abortó los intentos. El dueño del piso había presentado denuncia por impago de alquiler.

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