El Primero de Octubre ayudará con dinero al anciano que duerme en el suelo de una habitación

José Andrés Parada, de 73 años, que lleva dos meses durmiendo en el suelo de la habitación del hospital Primero de Octubre ocupada por su hijo Luis, de 37 años, recibirá el ofrecimiento por parte de la dirección del centro de unas dietas para comida y pensión, "que no creemos que cambien la actitud de este hombre, que lo único que quiere es estar junto a su familiar", según informó Esteban García Albea, director del centro hospitalario.

García Albea expresó su extrañeza por la publicación de la noticia, "pues este hombre disfruta de un permiso extraordinario para quedarse por la noche e...

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José Andrés Parada, de 73 años, que lleva dos meses durmiendo en el suelo de la habitación del hospital Primero de Octubre ocupada por su hijo Luis, de 37 años, recibirá el ofrecimiento por parte de la dirección del centro de unas dietas para comida y pensión, "que no creemos que cambien la actitud de este hombre, que lo único que quiere es estar junto a su familiar", según informó Esteban García Albea, director del centro hospitalario.

García Albea expresó su extrañeza por la publicación de la noticia, "pues este hombre disfruta de un permiso extraordinario para quedarse por la noche en el centro y lo hace voluntariamente. En vez de dormir en el suelo podía hacerlo en el butacón que había en la habitación, aunque comprendo que para muchos días esto pueda ser insuficiente"."En estos cuartos no caben camas adicionales y tampoco podríamos alojar a los familiares. Por norma general sólo se deja pernoctar en los sillones que hay en cada habitación a los familiares de los casos muy graves o en aquéllos en que excepcionalmente los familiares pidan quedarse y sea buena su ayuda para observar al enfermo. Pero ni en este hospital ni en otros públicos es posible dar camas a los familiares, pues éstas son para los enfermos", explicó el director.

García Albea señaló que en este caso se había autorizado la presencia del familiar por tratarse de un problema emocional, "que hace que el padre no quiera separarse de su hijo", que está enfermo de vejiga. "De todas formas", dijo el director, "aunque el hospital no tiene previsto dar de comer a los familiares, el servicio de atención al paciente le ofrecerá a José Andrés Parada unas dietas excepcionales para comida y pensión, aunque no creo que quiera marcharse a dormir fuera, pues tiene familiares en Madrid y no lo ha hecho. Desde luego, nosotros, por la naturaleza del caso, no vamos a quitarle el permiso para que se quede".

La política seguida por este hospital es similar a la de otros centros sanitarios del Estado. Normalmente son los médicos, y en algunos centros las enfermeras, quienes, tras juzgar cada caso, permiten a los familiares que se queden en una butaca. Sólo en los pabellones infantiles existen camas para las madres acompañantes.

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