EL 'CASO ZABALTZA'

Datos para una autopsia

La autopsia es un peritaje médico legal orientado a determina las causas y circunstancias de una muerte. Incluye análisis médicos externos y exploraciones viscerales. Se envía al juez como prueba. El análisis permitirá apreciar todo tipo de lesión traumática, tenga o no manifestación externa en la piel.Según Alfonso Cabeza, médico forense del Juzgado de Instrucción de Alcalá de Henares y ex presidente del club Atlético de Madrid, las pruebas para determinar la muerte por ahogamiento contemplan dos grandes tipos de supuestos que los forenses denominan sumersión-inhibición y sumersión-asfixi...

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La autopsia es un peritaje médico legal orientado a determina las causas y circunstancias de una muerte. Incluye análisis médicos externos y exploraciones viscerales. Se envía al juez como prueba. El análisis permitirá apreciar todo tipo de lesión traumática, tenga o no manifestación externa en la piel.Según Alfonso Cabeza, médico forense del Juzgado de Instrucción de Alcalá de Henares y ex presidente del club Atlético de Madrid, las pruebas para determinar la muerte por ahogamiento contemplan dos grandes tipos de supuestos que los forenses denominan sumersión-inhibición y sumersión-asfixia. Cabeza subrayó a este diario que ni deseaba, ni podía, ni debía comentar el caso Zabaltza.

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El primer tipo se refiere a los individuos que han encontrado la muerte en el agua sin ahogarse propiamente, sino a consecuencia de un brusco síncope mortal derivado, por ejemplo, de un corte de digestión o de la entrada en contacto con agua muy fría. En tales casos, no existen lesiones en los circuitos respiratorios, donde el agua no penetra. El síncope provoca un cierre de las vías respiratorias. La muerte se produce por desoxigenación de las células del cerebro, que mueren unos cuatro minutos después de la inmersión. Los forenses llaman a estos cadáveres ahogados blancos.

En el caso de sumersión-asfixia, las personas posteriormente ahogadas se adentran bajo el agua, donde pugnan por respirar, en busca de la ingestión de oxígeno y de la expulsión del anhídrido carbónico de los pulmones. Como quiera que bajo el agua es imposible la ingestión de oxígeno, el almacenamiento de anhídrido carbónico fuerza una inspiración irresistible que hace penetrar agua en las vías respiratorias, arrasándolas.

Los cadáveres presentan agua en las vías respiratorias y cianosis externa, una suerte de azuleamiento de la piel. Por ello, se llama a estos cadáveres ahogados azules. Junto a la nariz del ahogado aparece lo que los forenses denominan hongo espumoso, una secreción salivar.

La putrefacción de los cadáveres es un fenómeno de descomposición celular, que crea gases orgánicos de cuya acción deriva un hinchamiento y la posterior flotación de los cadáveres sumergidos. A mayor putrefacción y edad del cadáver, mayor flotación. En aguas sometidas a temperatura invernal, un cadáver puede permanecer entre 15 y 20 días sin salir a flote. Hay un margen de error de hasta dos días en la determinación de la hora de la muerte.

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