Un herido en una explosión de gas propano que derrumbó un chalé en Aravaca

Antonio Cobos, de 35 años, arquitecto, sufrió ayer quemaduras en la cara y en las manos como consecuencia de una explosión de gas propano que derrumbó la mayor parte del chalé de su propiedad, situado en el número 24 de la calle del Sextante, en el barrio residencial de Aravaca, en Madrid.La explosión se produjo alrededor de las 11.30 en el momento en que Antonio Cobos, que se encontraba solo en su vivienda, procedía a encender el calentador en la cocina. La habitación y toda la parte trasera de la casa quedaron reducidas a escombros. El herido, que quedó internado en el hospital de la Zarzuel...

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Antonio Cobos, de 35 años, arquitecto, sufrió ayer quemaduras en la cara y en las manos como consecuencia de una explosión de gas propano que derrumbó la mayor parte del chalé de su propiedad, situado en el número 24 de la calle del Sextante, en el barrio residencial de Aravaca, en Madrid.La explosión se produjo alrededor de las 11.30 en el momento en que Antonio Cobos, que se encontraba solo en su vivienda, procedía a encender el calentador en la cocina. La habitación y toda la parte trasera de la casa quedaron reducidas a escombros. El herido, que quedó internado en el hospital de la Zarzuela, aseguró: "Todo sucedió en un instante. No pensé que se tratara de una explosión porque sentí como un calambre tremendo por todo el cuerpo y la cocina se me vino encima".

Cobos, que salvó su vida gracias a que quedó protegido bajo una viga en un pequeño hueco, no perdió el conocimierrito en ningún momento y fue él mismo quien indicó a gritos a los bomberos y a la Guardia Civil el lugar donde se encontraba para que pudieran rescatarle.

La explosión, que sólo dejó en pie la parte delantera de la construcción, provocó rotura de cristales en la vivienda de al lado. Restos de las arizónicas que separaban las dos viviendas quedaron incrustadas en las persianas de la casa. Ninguna de las personas que residen en el chalé vecino resultaron heridas.

Dos niñas, vecinas del herido, que estaban haciendo la cama cuando se produjo la explosión, aseguraron que habían visto un colchón verde volando.

El depósito de gas propano, que está enterrado a unos 20 metros del lugar donde se produjo la explosión, no sufrió ningún daño. La parte delantera de la vivienda afectada presentaba numerosas grietas en los muros y algunas verjas de las ventanas quedaron arrancadas.

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