La OPEP estudia un cambio de estrategia para recuperar su anterior cuota del mercado mundial de petróleo

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudió ayer, en el primer día de su conferencia ministerial de invierno, la adopción de una nueva estrategia en su política de precios, con el fin de recuperar su vieja cuota en el mercado mundial de crudos. El jeque Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, advirtió a los países productores no englobados en la OPEP sobre la inevitabilidad de una guerra de precios, con tarifas por debajo de los 20 dólares por barril, si persisten en mantener una política de precios al margen del consorcio.

Los 13 ministros de Petróleo de la ...

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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudió ayer, en el primer día de su conferencia ministerial de invierno, la adopción de una nueva estrategia en su política de precios, con el fin de recuperar su vieja cuota en el mercado mundial de crudos. El jeque Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, advirtió a los países productores no englobados en la OPEP sobre la inevitabilidad de una guerra de precios, con tarifas por debajo de los 20 dólares por barril, si persisten en mantener una política de precios al margen del consorcio.

Los 13 ministros de Petróleo de la OPEP abordaron, a lo largo de más de seis horas de reuniones, la situación del mercado mundial de crudo y comprobaron que, pese a serles momentáneamente favorable como consecuencia de la recuperación estacional de la demanda durante los meses de invierno, sus ventas se verán recortadas sustancialmente a partir del próximo mes de marzo, cuando el consumo descienda al llegar el buen tiempo.Un informe técnico presentado por el comité de vigilancia de la OPEP reconocía que el consorcio verá reducidas sus ventas a 13 millones diarios de barriles durante el primer trimestre de 1986 y a 15,6 millones diarios durante el segundo trimestre. Estas cifras son claramente inferiores a los 18 millones de barriles que alcanzaron sus ventas durante el mes de noviembre pasado e incluso por debajo del techo máximo del cártel dentro de su actual estrategia de mantener el precio oficial de 28 dólares por barril mediante una autolimitación de las ventas.

El consorcio decidió ayer elegir al ministro venezolano de Energía y Minas, Arturo Hernández Grisanti, nuevo presidente de la conferencia, en sustitución del indonesio Subroto. El nombramiento coincidió con la consideración por los 13 ministros de una propuesta informal presentada por el nuevo presidente para establecer a medio plazo un nuevo sistema de precios, que, vinculando de alguna manera las tarifas oficiales a las del mercado libre, supondría el reconocimiento de que la política de la OPEP de recortar la oferta para sostener los precios ha constituido un fracaso.

La propuesta venezolana, que Grisanti manifestó que eran sólo "unas ideas generales que necesitaban un profundo estudio durante los próximos meses", supondría una mayor libertad en la política de ventas de los países miembros y perseguiría recuperar la cuota de mercado que la OPEP ha perdido a lo largo de los tres últimos años en los que ha estado aplicando una reducción paulatina de su producción para sostener artificialmente el precio del petróleo.

Pese a que la propuesta venezolana fue criticada duramente por Argelia e Irán, cuyos ministros argumentaron que los principales perjudicados serían los países de la OPEP, la nueva estrategia recibió el endoso condicionado del ministro saudí, el jeque Yamani, que la consideró como una alternativa viable a la anterior situación.

Al inicio de las sesiones de ayer, el ministro saudí, que predijo que esta conferencia terminará sin decisiones significativas, resaltó la inevitabilidad de una nueva estrategia para el consorcio a lo largo de la próxima primavera. Yamani anticipó una guerra de precios entre productores de la OPEP y exportadores no englobados en el consorcio, con tarifas para el barril de crudo por debajo de los 20 dólares. El jeque saudí señaló que los principales perjudicados de esta política serían los productores no OPEP, como el Reino Unido y Noruega, que verán sensiblemente disminuidos sus ingresos por ventas de petróleo y su participación o cuota de mercado.

Aunque parece demasiado prematuro anticipar qué política adoptará el consorcio la próxima primavera, teniendo en cuenta la insolidaridad tradicional de sus 13 miembros, el principal problema de la OPEP se centra ahora en buscar una estrategia que le permita reconquistar la cuota de mercado, que hace menos de cuatro años le permitía fijar los precios del petróleo a su antojo.

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