Un rockero en la carrera San Jerónimo

El presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo ayer un duro competidor en lo que a petición de autógrafos se refiere. Todos los fotógrafos dispararon sus flashes al unísono cuando hizo su aparición en el viejo caserón de la carrera de San Jerónimo el cantante de rock Miguel Ríos, vestido con cazadora negra de cuero y pantalón de buen paño en idéntico color."Es lógico que todavía este día despierte expectación, porque no hace mucho que hemos recobrado la libertad; dentro de algún tiempo, el aniversario de la Constitución será una fecha normal", dijo el cantante, a requerimiento...

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El presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo ayer un duro competidor en lo que a petición de autógrafos se refiere. Todos los fotógrafos dispararon sus flashes al unísono cuando hizo su aparición en el viejo caserón de la carrera de San Jerónimo el cantante de rock Miguel Ríos, vestido con cazadora negra de cuero y pantalón de buen paño en idéntico color."Es lógico que todavía este día despierte expectación, porque no hace mucho que hemos recobrado la libertad; dentro de algún tiempo, el aniversario de la Constitución será una fecha normal", dijo el cantante, a requerimiento de los periodistas, ante la perplejidad del ministro de Justicia, Femando Ledesma, que tuvo verdaderas dificultades para hacerse hueco por el pasillo por el tapón formado por los informadores en tomo al cantante.

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Después fueron los escolares quienes requirieron un autógrafo al viejo rockero, que, más tarde, posó para una foto al lado del personal femenino de la limpieza y, por último, con un grupo de secretarias de la Cámara baja.

El gran ausente fue el jugador del Real Madrid Emilio Butragueño, cuya presencia fue reclamada hasta el final del acto infructuosamente. Sí estaba el presidente del club, Ramón Mendoza, y el seleccionador nacional, Miguel Muñoz, con quienes departió animadamente un hincha confesado del club merengue, Gregorio Peces-Barba. Entre tanto político, de inmediato fue reconocido el defensa del Atlético de Madrid Carlos Arteche, a pocos metros de la directora general de Cinematografia, Pilar Miró, junto a la escritora y actriz Ana Diosdado, acompañada de su esposo, el también actor Carlos Larrañaga.

"Perdón, presidente, es que las estrellas siempre nos dirigimos a la Prensa", se excusaba la intérprete de canción española Nati Mistral al irrumpir en el Congreso con paso firme hacia donde estaban las cámaras de televisión y los fotógrafos, sin reparar en un primer momento en la mano de Peces-Barba, que le daba la bienvenida: Los escolares estaban decepcionados con los políticos: "En televisión parecen más jóvenes y más altos", decía una jovencita de primer curso de Formación Profesional.

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