La Asamblea Nacional francesa comienza a debatir ratificación del Tratado de Adhesión de España y Portugal a la CEE

ENVIADO ESPECIAL La Asamblea Nacional francesa comenzó a debatir a las 9.30 de anoche, con varias horas de retraso sobre lo previsto, el proyecto de ",ey sobre el tratado de adhesión de España y Portugal a la CEE. Al margen de la oposición de algunos diputados, principalmente los representantes de los departamentos del sur, la ratificación del ingreso en la Cámara Baja no ofrece dificultades, porque sólo los socialistas con su voto favorable se bastan para obtener la mayoría. La moción previa de los comunistas franceses planteando el rechazo del proyecto de ley fue derrotada por abrumadora may...

ENVIADO ESPECIAL La Asamblea Nacional francesa comenzó a debatir a las 9.30 de anoche, con varias horas de retraso sobre lo previsto, el proyecto de ",ey sobre el tratado de adhesión de España y Portugal a la CEE. Al margen de la oposición de algunos diputados, principalmente los representantes de los departamentos del sur, la ratificación del ingreso en la Cámara Baja no ofrece dificultades, porque sólo los socialistas con su voto favorable se bastan para obtener la mayoría. La moción previa de los comunistas franceses planteando el rechazo del proyecto de ley fue derrotada por abrumadora mayoría.

La ministra de Asuntos Europeos, Catherine Lalumière, destacó que el tratado es un texto equilibrado. "Las principales reservas", dijo, "corresponden a los dos países adherentes, que deben adaptarse a una Comunidad edificada sin su presencia". Citó también las garantías conseguidas para los intereses franceses, sobre todo para los sectores agrícolas y pesqueros, la mejor competitividad comercial y las medidas adoptadas de antemano para prevenir las consecuencias negativas de la entrada de España.

El titular de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, insistió en los mismos argumentos y acusé a los comunistas de incoherencia e insolidaridad con España. El grupo comunista, frontalmente contrario a la ampliación, presentó como cuestión previa una moción para retirar el proyecto de ley, que fue rechazada por 285 votos contra 44 (los suyos). La votación causó sorpresa porque, aunque sólo había 50 diputados en la cámara, los votos escrutados fueron 329, ya que está permitido votar por los ausentes.

El debate general sobre el proyecto de ley se reanudó a las 11.40 horas de anoche y estaba previsto que la votación se produciría pasadas las tres de la madrugada de hoy, por lo que a la hora de cerrar esta edición no se conocía el resultado. Los neogaullistas del RPR (Rassemblement pour la République), que lidera Jaques Chirac, han recibido fuertes presiones de Alianza Popular para conseguir su abstención, cambiando su anunciada postura de votar en contra. Los giscardianos de la UDF han dejado libertad de voto a sus miembros, aunque sus principales líderes, como Valéry Giscard D'Estaing y Raymond Barre, habían hecho saber su intención de votar a favor.

Será posteriormente en el Sena con mayoría de la oposición, donde se librará lo más duro de este debate, en el que España será presentada como una grave amenaza para los intereses de los agricultores franceses. El posible bloqueo del Senado no tendría ningún efecto, porque finalmente la ley volvería a la Asamblea, donde resultaría aprobada. Pero ningún grupo político desea correr con la responsabilidad de vetar la am pliación de la CEE. Una decisión de este tipo se convertiría en un boomerang y pasaría una costosa factura política en el futuro y la propia Comunidad no habría dejado nunca un cabo suelto de tal envergadura que significaría el principio de su destrucción.

Representación española

Al debate asistió una nutrida representación de parlamentarios españoles integrada por Leopoldo Torres, Miguel Ángel Martínez y Luis Planas, del grupo socialista; Pedro Schwartz y Antonio Navarro, de AP; Manuel Nuñez, centrista; Josep Lerma, de Minoría Catalana; Andoni Monforte, del PNV, y Fernando Pérez Royo, del PCE, en representación del Grupo Mixto.

Los socialistas franceses cuentan con una holgada mayoría (285 diputados de un total de 490) que ha puesto a salvo la ratificación del ingreso de España en la CEE de cualquier desagradable sorpresa. Por otra parte, el Gobierno español parece haber obtenido de antemano las suficientes garantías en este sentido durante la quinta cumbre hispano-francesa del pasado 3 de noviembre en París.