ELECCIONES AL PARLAMENTO GALLEGO

Los partidos mayoritarios abordan las elecciones gallegas como un ensayo para las legislativas de 1986

Los tres líderes políticos nacionales que pueden resultar más afectados por los resultados de las elecciones autonómicas gallegas, Manuel Fraga, Miquel Roca y Adolfo Suárez, se encuentran hoy en Galicia, donde la pasada medianoche dio comienzo oficialmente una campaña electoral que, de hecho, viene desarrollándose ya desde hace semanas y que parece apasionar mucho más en Madrid -donde se consideran estos comicios como un ensayo para las legislativas de 1986- que en esta comunidad autónoma, donde el ambiente es mayoritariamente frío ante los comicios del próximo día 24.

Una fiesta en una...

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Los tres líderes políticos nacionales que pueden resultar más afectados por los resultados de las elecciones autonómicas gallegas, Manuel Fraga, Miquel Roca y Adolfo Suárez, se encuentran hoy en Galicia, donde la pasada medianoche dio comienzo oficialmente una campaña electoral que, de hecho, viene desarrollándose ya desde hace semanas y que parece apasionar mucho más en Madrid -donde se consideran estos comicios como un ensayo para las legislativas de 1986- que en esta comunidad autónoma, donde el ambiente es mayoritariamente frío ante los comicios del próximo día 24.

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Una fiesta en una discoteca, bajo el eslogan Los jóvenes, con Albor, sirvió para abrir la campaña de Coalición Popular en La Coruña. Los socialistas, por su parte, se concentraron anoche para pegar carteles, por motivos obvios, en las cercanías de las instalaciones de la televisión gallega en La Coruña.Las páginas de los periódicos, las vallas publicitarias de las ciudades y en el campo estuvieron tomadas, hasta hoy, por la Trase-eslogan Adiante, el polémico lema empleado en la precampaña por Coalición Popular, cuyos gastos electorales no han sido revelados. El Partido dos Socialistas de Galicia-PSOE señaló el miércoles, en la presentación de su campaña, que gastará 192 millones, el tope permitido por la ley electoral. Pero a nadie le cabe duda, a la vista de los planes que las dos formaciones mayoritarias exhiben, de que los gastos de ambos se elevarán muy por encima de los límites señalados por la legislación electoral.

Coalición Popular basará su campaña en las personalidades de Manuel Fraga, por un lado -ayer, el presidente de AP desembarcó en La Coruña acompañado por una caravana de periodistas procedentes de Madrid-, y de Gerardo Fernández Albor, por otro. Consciente de lo que se juega en estas elecciones en su tierra, Fraga ha planificado lo que él mismo califica como "una campaña de infarto", en la que, en los próximos 15 días, recorrerá cerca de 6.000 kilómetros, tratando de abarcar la mayor cantidad posible de los 32.000 núcleos de población en los que se diseminan los gallegos.

La campaña de Albor, que no coincidirá apenas en ningún mitin con su jefe de filas, parece algo más modesta. Entre otras cosas, porque para Fraga estas elecciones constituyen toda una prueba, y ya pueden verse en las sedes gallegas de AP miles de pegatinas, preparadas para su colocación, en las que, con colores y formato muy semejantes a los empleados por Ronald Reagan en su última campaña presidencial, puede leerse "Fraga 86". Los socialistas apenas parecen haber comenzado la promoción de su candidato a la presidencia de la Xunta, Fernando González Laxe, de 33 años, quien cuenta con grandes apoyos en los sectores pesqueros gallegos (que no olvidan su gestión reciente como director general de Ordenación Pesquera), pero resulta casi un desconocido para el votante medio. También los socialistas parecen considerar esta campaña como una prueba de la de las generales, y aquí ensayarán un preeslogan significativo y premonitorio: Modernizar interesa.

Al menos tres ministros, además del vicepresidente Alfonso Guerra y varios jefes de Gobiernos autonómicos socialistas, participarán en la campaña, aunque sólo el titular de Transportes, Abel Caballero, natural de Pontevedra, estará hoy en Galicia en la primera jornada de la campaña.

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Empleando métodos mucho más modestos, el CDS y Coalición Galega (CG) compiten ya por situarse como tercera fuerza política en Galicia, una batalla en la que en principio los reformistas de CGy su candidato, Pablo González Mariñas, parecen mejor situados, dada su mayor implantación territorial que los hombres de Suárez.

'Resurrección' de Suárez

El ex presidente del Gobierno, sabedor de lo arriesgado de su apuesta en Galicia, y pese a la evidente penuria de medios de que dispone para su campaña, inicia ahora una resurrección política con una serie de mítines que, paradójicamente, concluirá el próximo día 22 en el cine Fraga, de Vigo. Su competidor por el espacio político de centro, Miquel Roca, comienza hoy la campaña en Orense, tierra económicamente dominada por el gran patrocinador de CG -y gran ausente, por enfermedad, en esta campaña-, el empresario y diputado Eulogio Gómez Franqueira.La media de los diversos sonde os que se manejan en medios políticos y periodísticos gallegos indica que Coalición Popular puede quedar al borde de la mayoría absoluta (36 escaños), aunque tal vez no la consiga, y que los socialistas pueden obtener entre 23 y 27 escaños, mejorando con mucho los resultados de las autonómicas de 1981, pero pordebajo en número de votos de su marca en las legislativas de 1982. Por lo que se refiere a los partidos centristas en liza, CG puede conseguir entre tres y cinco escaños, existiendo incluso el riesgo de que su candidato a la Xurita, González Mariñas, no logre salir elegido; algo similar sucede con el candidato del CDS, el ex sacerdote José Otero.

Las restantes 11 listas que concurren en estos comicios presentan escaso interés para los observadores políticos, interesados tan sólo en saber hasta qué punto las dos formaciones comunistas que concurren (gerardistas y carrillistas) pueden destrozarse entre sí, o si el carismático líder de Esquerda Galega, Camilo Nogueira, volverá a obtener un escaño. La campaña que hoy ha comenzado, y que congrega en las diversas provincias gallegas a numerosos líderes políticos (es notable el interés que muestran los tres dirigentes de Coalición Popular por aparecer juntos en estas primeras horas), parece despertar una expectación muy relativa entre la población gallega. Apenas pueden verse pintadas políticas en las calles y la sensacíón podría casi quedar resumida en la frase empleada ayer por un conocido periodista coruñés "esto casi parece un ensayo general puesto en marcha por Madrid para las próximas elecciones legislativas".

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