El árbitro Mayoral no compareció ante el comité de Competición

El árbitro madrileño Anastasio Mayoral, que denunció un intento de soborno tras dirigir el partido Barcelona-Lérida, de la pasada Copa del Rey, no se presentó ayer a la cita a la que fue convocado por el comité competición para aclarar algunos puntos confusos de las pruebas presentadas por el colegiado. Mayoral explicó que es improcedente su comparecencia en dicho comité y que, en caso de una nueva llamada, se le ha de indicar en condición de qué se le cita. El comité continuará la tramitación del expediente hasta su resolución, que podría ser la de su archivo.

El Comité de Competic...

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El árbitro madrileño Anastasio Mayoral, que denunció un intento de soborno tras dirigir el partido Barcelona-Lérida, de la pasada Copa del Rey, no se presentó ayer a la cita a la que fue convocado por el comité competición para aclarar algunos puntos confusos de las pruebas presentadas por el colegiado. Mayoral explicó que es improcedente su comparecencia en dicho comité y que, en caso de una nueva llamada, se le ha de indicar en condición de qué se le cita. El comité continuará la tramitación del expediente hasta su resolución, que podría ser la de su archivo.

El Comité de Competición citó el pasado jueves a Mayoral para que ayer por la tarde explicara algunos datos y detalles no demasiado claros de una de las pruebas que presentó en apoyo de demostrar el presunto intento de soborno del que fue objeto. Esta prueba es la transcripción, ante notario, de una cinta de magnetófono en la que figura grabada una conversación telefónica del árbitro con Antonio Pallés, un empresario al que se le relaciona con el Barcelona y que, según afirma Mayoral, le ofreció 1.500.000 pesetas. El comité estudia solicitar la cinta magnetofónica para comprobar si la conversación grabada en ella corresponde efectivamente a las personas señaladas.

El árbitro madrileño envió a última hora de la noche del martes un télegrama al Comité de Competición, que lo recibió ayer, en el que indica que su comparecencia es improcedente porque no se considera denunciante. Cuando se le pregunta, Mayoral insiste en que él se limitó a exponer unos hechos e informar de los mismos a quienes compete para que adopten las medidas que estimen más oportunas. Esta táctica es la que ha predominado en la actitud de Mayoral, desde que informó del presunto intento de soborno, junto con la de apurar y hasta retrasar los plazos de tiempo estipulados en el expediente para el cumplimiento de sus trámites.

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