Un profesional progresista

José Jiménez Villarejo, de 54 años de edad, casado y padre de nueve hijos, cuenta con un largo historial profesional que se inició en Sevilla y que continuó en las fiscalías de Málaga y Huelva. Antes de su nombramiento como fiscal antidroga, ocupaba el cargo de teniente fiscal de la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.Hasta 1983, José Jiménez Villarejo fue presidente de la Asociación de Fiscales y encabezó el área más progresista, pasando posteriormente a fundar, junto con otros compañeros, la Unión Progresista de Fiscales, en la que se. integra también su hermano Carlos, fiscal del...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

José Jiménez Villarejo, de 54 años de edad, casado y padre de nueve hijos, cuenta con un largo historial profesional que se inició en Sevilla y que continuó en las fiscalías de Málaga y Huelva. Antes de su nombramiento como fiscal antidroga, ocupaba el cargo de teniente fiscal de la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.Hasta 1983, José Jiménez Villarejo fue presidente de la Asociación de Fiscales y encabezó el área más progresista, pasando posteriormente a fundar, junto con otros compañeros, la Unión Progresista de Fiscales, en la que se. integra también su hermano Carlos, fiscal del caso Banca Catalana. Si su petición de relevo es aceptada, José Jiménez Villarejo podría ser nombrado fiscal jefe de la Audiencia Territorial de Madrid.

Más información

La decisión del Gobierno de crear este departamento de lucha contra la droga fue favorablemente acogida en medios jurídicos y propició que el Consejo Fiscal dedicara una de sus reuniones periódicas a examinar sus competencias y a elaborar un memorándum con una serie de recomendaciones titulado Las funciones del fiscal especial para coordinar la persecución de los delitos contra la salud pública. El Consejo Fiscal propugnaba en este informe la coordinación de los servicios policiales y la lucha en especial contra la heroína y los derivados del opio.

En el mes de octubre de 1984, en una comparecencia que el fiscal especial efectuó ante el Senado, aseguró que en España existían unos 80.000 heroinómanos y destacó que el tráfico de estupefacientes iba en aumento. En aquella intervención aseguró que el resultado de sus primeros seis meses de actuación al frente del departamento era positivo, aunque expresó el temor de que su función pudiera quedar burocratizada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En