Vídeos de humor y música, en los festivales especializados de Oropesa del Mar y Vitoria
Los festivales de vídeo que han proliferado estos años en España tienden ahora a especializarse en géneros. Así lo prueban los dos que se celebran este mes, en Oropesa del Mar (Castellón), dedicado al humor, y en Vitoria, para clips musicales. En ambos casos se trata de certámenes competitivos para producciones nacionales -a pesar de las dificultades económicas para su organización- y se mantienen secciones para la exhibición de cintas extranjeras. El primero se clausuró el pasado sábado, y el segundo concluye hoy en la capital alavesa.
La II Semana del Vídeo García Berlanga, en la que ...
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Los festivales de vídeo que han proliferado estos años en España tienden ahora a especializarse en géneros. Así lo prueban los dos que se celebran este mes, en Oropesa del Mar (Castellón), dedicado al humor, y en Vitoria, para clips musicales. En ambos casos se trata de certámenes competitivos para producciones nacionales -a pesar de las dificultades económicas para su organización- y se mantienen secciones para la exhibición de cintas extranjeras. El primero se clausuró el pasado sábado, y el segundo concluye hoy en la capital alavesa.
La II Semana del Vídeo García Berlanga, en la que se presentaron 29 cintas -catalanas, madrileñas y de Castellón, en su mayoría-, y que concluyó el pasado fin de semana, declaró desierto el primer premio, que lleva el nombre del cineasta español, para la mejor cinta de humor. El galardón, para la mejor obra de creación en el género argumental, dotado con 70.000 pesetas, fue concedido a la cinta catalana Imágenes artificiales, de Josep Estepa, un documental sobre los trabajos con fotocopiadoras del artista castellonense Francisco Rangel, en el que se utilizan con inteligencia los recursos de la imagen electrónica. El Premio Oropesa para la mejor cinta sobre aspectos de la cultura local, también dotado con 70.000 pesetas, correspondió a Los toros, una tradición en Oropesa, de José M. Gómez, un documental etnográfico de corte televisivo.El premio de 30.000 pesetas que concede el jurado fue para dos obras madrileñas: Fuego verde, la primera obra de Francisco G. Vadillo, una composición plástica en la que se obtienen encuadres y tonos impresionistas en torno a las experiencias de una pareja de homesexuales con una mujer, y a Entre actos, de Cecilia Barriga, realizada en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid (Departamento de Comunicación Audiovisual), en la que se plantea una puesta en escena que rompe con los convencionalismos del cine y televisión, a propósito de los actos rutinarios de una mujer en relación con su cuerpo y con los objetos de la casa.
Peculiaridades
Una de las peculiaridades de este certamen, que patrocina el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Oropesa y que dirige Joan P. Enrique, consiste en la proyección de los vídeos en distintos locales, como cafeterías, campings, hoteles restaurantes y discotecas, además de en el salón de sesiones del Ayuntamiento.El CIT de Oropesa -localidad que tiene un censo de aproximadamente 1.800 habitantes residentes- se financia con las aportaciones de sus 312 socios y los beneficios de algunas actividades, entre ellas una revista cultural, Oropesa, Costa del Azahar, que, en su género, debe de ser una de las escasas publicaciones rentables que se editan en el país.
El CIT está decidido a potenciar sus dos principales iniciativas: el Premio Anual de Escultura, dotado con 800.000 pesetas para financiar el proyecto galardonado, que luego quedará permanentemente instalado en el pueblo -ya son cinco las esculturas integradas en el espacio urbano-, y el certamen de vídeo, que quiere estimular el género de humor y que podría convertirse a medio plazo en el principal certamen para este tipo de producciones. La única aportación de fondos públicos para el festival de vídeo son las 50.000 pesetas que concede el Ayuntamiento. Los organizadores piensan recurrir, ante la apatía de los organismos públicos, al patrocinio de empresas privadas.
El director de cine Luis G. Berlanga y el actor José Luis López Vázquez -que se mostraron entusiasmados con la exhibición de las cintas- presidieron la entrega de premios en un acto en el que los organizadores lamentaron públicamente la ausencia de representantes de la cultura de la Generalitat de Valencia. Algunos lo achacaron a que el vídeo, por el momento, "no da votos a los políticos".