GENTE

Carlos Díaz Medina,

alcaldede Cádiz, debe de tener muy convencido al jefe de la Policía Municipal para que haga caso a los ciudadanos, hasta el punto de que un guardia ha llegado a multar a su propio vehículo, que se encontraba junto al de otro vecino al que acababa de sancionar. Una persona dejó su coche en zona de aparcamiento controlado y, cuando volvió de hacer una gestión, se encontró al guardia poniéndole una multa por haberse pasado, de la hora, y le preguntó que por qué no hacía lo mismo con el coche de al lado. El agente, ni corto ni perezoso, confesó que el coche de al lado era suyo. Pasó entonces el je...

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alcaldede Cádiz, debe de tener muy convencido al jefe de la Policía Municipal para que haga caso a los ciudadanos, hasta el punto de que un guardia ha llegado a multar a su propio vehículo, que se encontraba junto al de otro vecino al que acababa de sancionar. Una persona dejó su coche en zona de aparcamiento controlado y, cuando volvió de hacer una gestión, se encontró al guardia poniéndole una multa por haberse pasado, de la hora, y le preguntó que por qué no hacía lo mismo con el coche de al lado. El agente, ni corto ni perezoso, confesó que el coche de al lado era suyo. Pasó entonces el jefe de la Policía Municipal de Cádiz y, ante las quejas de la víctima de la discriminación, obligó al agente listillo a ponerse una multa a sí mismo.

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