La cualificación profesional, un reto para crear empleo

El pasado 20 de agosto, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba una resolución de la Dire.cción General del Ineni mediante la cual se convocaba a entidades públicas o privadas con capacidad para impartir cursos de formación profesional ocupacional para que se inscriban como centros colaboradores del Inem, y de esta manera puedan participar con este instituto en el desarrollo del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional.Mediante este plan se va a posibilitar que durante los 12 próXImos meses 400.000 personas puedan cualificarse profesionalmente, lo cual debe permitir ampliar las...

El pasado 20 de agosto, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba una resolución de la Dire.cción General del Ineni mediante la cual se convocaba a entidades públicas o privadas con capacidad para impartir cursos de formación profesional ocupacional para que se inscriban como centros colaboradores del Inem, y de esta manera puedan participar con este instituto en el desarrollo del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional.Mediante este plan se va a posibilitar que durante los 12 próXImos meses 400.000 personas puedan cualificarse profesionalmente, lo cual debe permitir ampliar las posibilidades de empleo a los que se encuentren en situación de paro o disminuir el riesgo de perderlo a los que estén amenazados de ello.

En este sentido, es importante destacar que la experiencia internacional está señalando a la formación profesional deadultos como uná de las medidas más eficaces de fomento del empleo, especialmente cuando se aplica a los colectivos que más dificultades tienen para insertarse en el mercado de trabajo, como puederiser los jóvenes y los parados de larga duración.

Este plan va a suponer multiplicar por 100 el volumen de las acciones de formación ocupacional que se venía haciendo hasta este momento y se prevé que tendrá continuidad en el futuro a través de los recursos del Fondo Social Europeo.Homologación abiertaEn la convocatoria se ofrecen dos posibilidades: la homologación de centros ya existentes o de nueva creación, que tras demostrar su capacidad para impartir cursos, serán reconocidos por el Inem y, en consecuencia, tendrán acceso a las subvenciones de este organismo, que les compensará por la totalidad de los gastos realizados, y, en segundo lugar, se abre la posibilidad de que centros que no dispongan de medios materiales suficientes puedan ser reconocidos en base a un proyecto formativo, que, de ser aceptado, se complementaría en la forma que se acuerde con el Inem.La convocatoria está abierta a la homologación de centros para la impartición de cursos de cualquier especialidad formativa. No obstante, se ha tenido presente que la innovación de las tecnologías, los cambios de sistemas de producción, los nuevos sistemas de gestión y un largo etcétera plantea a nuestras estructuras productivas, comerciales y de gestión una imperiosa necesidad de rápida adaptación, sin olvidar que muchas ocupaciones de las denominadas clásicas no disponen de profesionales suficientemente cualificados o adaptados a las necesidades del momento.Nuevas tecnologías y actividades gremiales

Por todo ello se precisa disponer de una oferta formativa, ágil y flexible, de ahí que se hayan señalado una serie de especialidades que se considerarán preferentes y que en su mayoría se encuadran en los cuatro grupos siguientes:1. Un conjunto de especialida. des cuya finalidád es responder al desafío, de la implantación de las nuevas tecnologías o a la utilización dé nuevos productos y servicios.

En unos casos, estas especiafidadés pretenden adaptar a profesionales que ven afectado el contenido de su ocupación por el cambio tecnológico, por ejemplo, el perfeccionamiento del personal administrativo en la utilización de microordenadores (para gestión de nóminas, Seguridad Social, contabilidad, etcétera) o máquinas de tratamiento de textos.

En otros casos, los cambios son más profundos y suponen incluso la aparición de nuevas profesiones; entre éstas. podemos citar: concepción y diseño asistidos por ordenador9 automátismos industriales, así como distintas especialidades de la información y del tiempo libre.

2. Otras pretenden responder al reto inmediato que muchos profesionales van a tener como consecuencia de la próxima entrada de España en la CEE.

En este grupo se encuentran desde especialidades agrarias y de la industria de la alimentación hasta formación complementaria en la apliación y gestión del IVA. comercio exterior, legislación comunitaria, etcétera.

3. También se incluyen especialidades de tipo clásico, donde la oferta formativa es muy reducida o insuficiente. Entre éstas se pueden citar las agrupadas bajo la denominación de especiálidades agrarias (cultivos iniensivos, maquinaria agrícola, ganadería, industrias alimentarias) o las referidas a la industria y los servicios (electrónica, mecánica de precisión, servicios personales y sanitarios, etcétera).

Dentro de este grupo también tiene demanda y, en consecuencia, se pretende potenciar la formación de profesionales de carácter polivalente. Así, frente a la clásica especialización en las ocupaciones relativas a la construcción de edificios, son precisos profesionales polivalentes para el mantenimiento de viviendas que deben estar preparadas para la realización de pequeñas reparaciones de muy diverso contenido. Análogamente, en otro campo totalmente distinto, como puede ser el del comercio, muchos profesionales precisan formación no sólo en técnicas específicas de venta, sino también en aspectos complementarios, como puede ser el asesoramiento al cliente en el uso del producto (ejemplo: arquitectura de interiores o decoración)

4. Por último, y por primera vez, se ofrece la posibilidad de incluir a las especialidades artesánales, mediante la homologación de empresas de este carácter como centros colaboradores del Inem, que podrán contribuir, no sólo a evitar la desaparición de estas antiguas técnicas, sino que podrán ser fuente de generación de puestos de trabajo en actividades fuertemente intensivas en mano de obra.Pedro Montero Lebrero es director general del Instituto Nacional de Empleo (Inem), del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.