Tres joyas baratas

En el fútbol español se han hecho tantos despilfarros que de aquellos polvos vinieron estos Iodos. Por eso, cuando se producen ejemplos como los del Atlético de Madrid actual, resulta reconfortante sentir la bocanada de aire fresco. El público del estadio Vicente Calderón, hinchas y no hinchas rojiblancos, vibró anoche con buenas dosis de calidad futbolística. ¿Protagonistas principales? Los tres fichajes. Tres joyas baratas en un mercado infiacionado.Fillol, el guardameta internacional argentino y campeón mundial en 1978, sólo tuvo dos ocasiones para brillar porque el Gremio no le puso a prue...

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En el fútbol español se han hecho tantos despilfarros que de aquellos polvos vinieron estos Iodos. Por eso, cuando se producen ejemplos como los del Atlético de Madrid actual, resulta reconfortante sentir la bocanada de aire fresco. El público del estadio Vicente Calderón, hinchas y no hinchas rojiblancos, vibró anoche con buenas dosis de calidad futbolística. ¿Protagonistas principales? Los tres fichajes. Tres joyas baratas en un mercado infiacionado.Fillol, el guardameta internacional argentino y campeón mundial en 1978, sólo tuvo dos ocasiones para brillar porque el Gremio no le puso a prueba más. Pero desvió dos disparos, uno de Bonamigo, raso, en saque de falta, y otro de Ademir, que fueron ya dos tarjetas del Pato. Un Pato que ha costado sólamente 20 millones.

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Quique Setién, el media punta olvidado hasta ahora en Santander, jugó 64 minutos y dio lecciones de toque de balón, inteligencia, movilidad, colocación, sentido y precisión en el pase. Parece mentira que haya sufrido dos roturas de pierna y que nadie lo hubiese valorado aún. El Atlético sólo ha pagado 15 millones al contado y el resto, hasta 48, lo hará en letras mensuales.

El uruguayo Da Silva jugó su primer partido con el equipo. Le falta fondo y está algo pesado, pero desde anoche ningún atlético se acuerda de Hugo Sánchez.

No sólo fue por la jugada en que dio el primer gol o en la que marcó el segundo, sino por tres arrancadas más sembrando el camino de rivales, un tremendo empalme alto o un pase cruzado estilo Landáburu. Exhibió su facilidad de regate y profundidad, pero con sentido de equipo. Y no está en plena forma. Ha costado menos de 70 millones de pesetas, de los que sólo ha pagado el Atlético algo más de 16. El resto lo abonará en año y medio.

La venta de Hugo Sánchez supuso 200 millones para un club que sólo se ha, gastado 45, por el momento; que pagará poco más de 80 en cómodos plazos y que ha armado aún más el equipo. A eso se le llama sacar un buen rendimiento.

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