Tragedia en San Sebastián al estallar un fuego pirotécnico entre el público

La tradicional fiesta con fuegos artificiales de la Semana Grande que se celebraba anoche en San Sebastián se trocó en tragedia al estallar una carcasa de pirotecnia, que disparó a ras de suelo los cohetes que contenía, hasta alcanzar a un numeroso grupo de espectadores y causar la muerte a un niño de unos cinco o seis años y heridas a cerca de otras 100 personas, algunas de ellas de suma gravedad. El accidente se produjo hacia las once de la noche, a los cinco minutos de prendidos los fuegos en los jardines de Alderdi Eder, en la bahía de la Concha.

El niño fallecido en la explosión se...

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La tradicional fiesta con fuegos artificiales de la Semana Grande que se celebraba anoche en San Sebastián se trocó en tragedia al estallar una carcasa de pirotecnia, que disparó a ras de suelo los cohetes que contenía, hasta alcanzar a un numeroso grupo de espectadores y causar la muerte a un niño de unos cinco o seis años y heridas a cerca de otras 100 personas, algunas de ellas de suma gravedad. El accidente se produjo hacia las once de la noche, a los cinco minutos de prendidos los fuegos en los jardines de Alderdi Eder, en la bahía de la Concha.

El niño fallecido en la explosión se llama David Rodríguez Sánchez y era natural de la localidad guipuzcoana de Irún. Se cree que su madre se hallaba con él en el momento del accidente y que posiblemente se encuentra hospitalizada, puesto que una de las mujeres heridas pregunta incesantemente por su hijo y da datos de edad e indumentaria similares a los del pequeño fallecido. Éste tenía unos cinco o seis años y el pelo rubio, su descripción había sido radiada durante toda la madrugada. Al mismo tiempo, otro niño era operado en una intervención a vida o muerte.Entre el resto de las víctimas muchos estaban graves, con miembros destrozados en lo que se describía como una escena sangrienta de Conmoción y pánico. Del número inicial de heridos, al menos 89 recibían esta madrugada asistencia médica en los centros hospitalarios de la ciudad. Poco después del accidente se anunciaba la suspensión de las fiestas.

Las autoridades formularon inicialmente un llamamiento a través de las emisoras de radio para que el público despejara la zona, permitiendo el acceso a las ambulancias y solicitando, asimismo, que acudieran a los centros hospitalarios médicos, anestesistas y también donantes de sangre para atender a las víctimas. Sin embargo, unos minutos después las mismas fuentes aseguraban tener perfectamente controlada la situación con los medios disponibles.

El accidente lo produjo el disparo de un fuego llamado bomba japonesa o bomba de tres tiempos, con un haz de cohetes en su interior, que estalló entre el numeroso público que seguía la fiesta en la calle de Andía. Dos técnicos de la firma valenciana Arnal, que cuidaba de la organización pirotécnica, prestaron anoche declaración en una comisaría de la ciudad. Página 12

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