Guías de atajos.
Las largas colas de kilómetros que se forman en la frontera de Tuy, en Poñtevedra, con Portugal han dado lugar a la aparición de jóvenes guías de atajos. Por 200 pesetas, estos jóvenes, montados en su bicicleta, ofrecen sus servicios a los turistas que no pueden soportar las insufribles colas que a veces obligan a invertir cinco horas para recorrer tres kilómetros. En menos de 10 minutos, el paciente veraneante se encuentra casi en la cabeza de la cola y a menos de 200 metros del paso fronterizo....
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Las largas colas de kilómetros que se forman en la frontera de Tuy, en Poñtevedra, con Portugal han dado lugar a la aparición de jóvenes guías de atajos. Por 200 pesetas, estos jóvenes, montados en su bicicleta, ofrecen sus servicios a los turistas que no pueden soportar las insufribles colas que a veces obligan a invertir cinco horas para recorrer tres kilómetros. En menos de 10 minutos, el paciente veraneante se encuentra casi en la cabeza de la cola y a menos de 200 metros del paso fronterizo.