La radio y la televisión británicas hacen huelga hoy para defender la independencia de la BBC

Los periodistas y técnicos de la BBC acuden hoy a una huelga convocada para defender el principio de independencia de la cadena de radio y televisión más prestigiosa del mundo. El principal sindicato de prensa, National Union of Journalists (NUJ), mantuvo ayer el llamamiento al paro después de que el consejo de gobernadores (máximo órgano rector de la BBC) reiterase su negativa a emitir un programa sobre el Ulster, elaborado por la sección de reportajes de la televisión, en el que se entrevistaba a Martin McGuinness, dirigente del Sinn Fein, rama política del IRA. Al paro se unirán los trabaja...

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Los periodistas y técnicos de la BBC acuden hoy a una huelga convocada para defender el principio de independencia de la cadena de radio y televisión más prestigiosa del mundo. El principal sindicato de prensa, National Union of Journalists (NUJ), mantuvo ayer el llamamiento al paro después de que el consejo de gobernadores (máximo órgano rector de la BBC) reiterase su negativa a emitir un programa sobre el Ulster, elaborado por la sección de reportajes de la televisión, en el que se entrevistaba a Martin McGuinness, dirigente del Sinn Fein, rama política del IRA. Al paro se unirán los trabajadores de la radio y la televisión privadas.

El consejo de gobernadores, cuyos miembros son nombrados por el Gobierno, consideró ayer, después de una larga reunión, que el programa, que debía aparecer esta noche en pantalla, "no es apto para la emisión", ni siquiera en el caso de que se introduzcan algunas modificaciones.La decisión de los gobernadores corrobora la ya tomada por este organismo el pasado día 30 de julio en consideración del malestar suscitado en el Gobierno por la realización del programa. El propio ministro del Interior, Leon Brittan, había enviado una carta a los gobernadores en la que les expresaba su opinión contraria a la emisión del reportaje sobre el Ulster. El jefe de la oposición laborista, Neil Kinnock, ha advertido que con esta decisión, que él calificó de censura política", queda seriamente comprometida la independencia de la BBC.

Se espera que la huelga, que tiene respaldo mayoritario entre los trabajadores de la BBC, sea seguida masivamente desde la media noche de ayer hasta la misma hora de hoy. El país quedará prácticamente sin informativos audiovisuales, ya que las más importantes emisoras de radio y canales de televisión privados se han solidarizado con sus colegas. La NUJ ha aprovechado el impacto de la prohibición del programa, titulado At the edge of the Union (En el filo de la Unión), para plantear un claro desafío al Gobierno de Thatcher, a la que los expertos sitúan en las horas más bajas de su gestión.

Batalla abierta

La batalla está abierta. Los detractores de la primera ministra, Margaret Thatcher, aseguran que ésta nunca creyó sinceramente en el principio de no interferencia gubernamental en las emisiones de la cadena pública, y quieren ahora dejarla en evidencia ante la opinión pública como la liquidadora de una reputación internacional que la BBC ha ganado después de más de 60 años de trabajo. "Vamos a la huelga por un principio de independencia, no por un programa en particular", declaró ayer un dirigente de la NULEn su defensa, Thatcher esgrime que el programa no ha sido prohibido por el Gobierno, sino por las autoridades de la BBC, aunque incluso los medios más imparciales critican las presiones sin precedentes del Ejecutivo sobre el consejo de gobernadores.

Leon Brittan ha tocado, para compensar los efectos que la huelga pueda producir contra el, Gobierno, las fibras más sensibles de la sociedad británica. "No hay ninguna razón para que los asesinos y los que apoyan los asesinatos puedan salir al aire, aprovechando un vehículo público, para expresar su apoyo a los crímenes", dijo el lunes el ministro en televisión.

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"Aquí vamos a perder todos, pero habrá que ver quién pierde más", comentó ayer a este periódico un ejecutivo de la BBC que no acepta las semejanzas entre este conflicto y la pasada y larga huelga de mineros, aunque admite que ambas son un pulso en el que uno de los contendientes es Margaret Thatcher.

La misma fuente reconocía que la crisis, que The Times califica de "la peor de toda la historia de la BBC", es política, aunque el litigio no sea claramente entre laboristas y conservadores -muchos trabajadores de la BBC son de tendencia conservadora-, sino entre periodistas y una cierta manera de entender la libertad de expresión.

La huelga será seguida tambíén por los servicios exteriores de la BBC y por gran parte de las cadenas y emisoras locales y regionales.

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