Ruth Lawrence

A los 13 años, y con un padre singular, que ha sido también su profesor, se ha convertido en la licenciada más joven de Oxford

Contestar a las 80 preguntas del examen de la universidad de Oxford fue una menudencia para Ruth Lawrence. "Enuncie y compare las leyes sobre la energía de masa y de la conservación de la materia en la mecánica newtoniana y la relativista", fue una de las preguntas formuladas en este examen, que duró cuatro semanas y que Ruth superó con éxito. La joven licenciada contestó de corrido, como si le estuviesen dictando, mientras la mayoría de los 192 estudiantes que se examinaban con ella sólo contestó a un promedio de 31 preguntas. Al final del maratoniano examen, Ruth quedó la primera y logró una...

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Contestar a las 80 preguntas del examen de la universidad de Oxford fue una menudencia para Ruth Lawrence. "Enuncie y compare las leyes sobre la energía de masa y de la conservación de la materia en la mecánica newtoniana y la relativista", fue una de las preguntas formuladas en este examen, que duró cuatro semanas y que Ruth superó con éxito. La joven licenciada contestó de corrido, como si le estuviesen dictando, mientras la mayoría de los 192 estudiantes que se examinaban con ella sólo contestó a un promedio de 31 preguntas. Al final del maratoniano examen, Ruth quedó la primera y logró una matrícula de honor en matemáticas, lo que constituye una proeza aún mayor si se tiene en cuenta que sólo tiene 13 años.

Ruth se ha convertido en la licenciada más joven de la universidad británica de Oxford. Su tutora Mary Lunn, del colegio de St. Hugh, habla así de ella: "Es agotadora. No doy abasto para mantener su ritmo".La sorprendente capacidad de Ruth ha sido desarrollada por su padre, Harry, y su madre, Silvia Su padre, que era asesor de informática, dejó, su trabajo en 1977 para concentrarse en la prepara ción de Ruth y su hermana más joven, Rebeca. Ninguna de las dos fueron al colegio. Sus profesores de primaria y secundaria fueron sus propios padres, que les dieron clases en unos pupitres que instalaron en la cocina de su casa, en Huddersfield, en Yorkshire. Gracias, en parte, a los resultados de esta cálida tutoría, Ruth aprobó los exámenes correspondientes al nivel de COU a los nueve años. Dos años más tarde consiguió una beca en el colegio de St. Hugh donde obtuvo el primer puesto frente a otros 530 candidatos en el examen de admisión a la Universidad.

El padre llevaba todos los días a Ruth a las clases en una bicicleta tándem, en la que él iba delante y ella atrás, con su toga y birrete universitario. La forma de actuar de Harry, excesivamente protectora ha despertado muy poca simpatía entre la opinión pública y ha establecido un muro de separación entre Ruth y los periodistas que siguen el rastro de la célebre estudiante. "Su padre nunca cierra la boca", escribió un reportero del Daily Express, de Londres, quien añade: "Se pega a su valiosa perla como una lapa". Mientras tanto en Huddersfield, Silvia trabaja como asistente como programadora de informática, lo que compagina con las clases a Rebeca, que terminó el bachiller superior la semana pasada, a los nueve años.

Ruth Lawrence ha desconcertado al profesorado del colegio de St. Hugh por el nivel de su inteligencia y la facilidad con la que domina los temas. En un seminario mientras los demás estudiantes se rompían la cabeza ante un complejo teorema que un académico estaba desarrollando en la pizarra Ruth descubrió un error cometido por el profesor. Con tales antecedentes, no es extraño que haya logrado terminar el curso de Oxford, que normalmente dura tres años, en sólo dos.

Sus exámenes escritos los desarrolló como si ni siquiera necesitara reflexionar sobre los problemas más complejos. "Pienso mientras escribo", afirma. Para Ruth, las matemáticas estimulan su espíritu de investigación.

Dentro de un año, Lawrence conseguirá el doctorado, tras lo cual piensa hacer un curso para ser profesora, que finalizará cuando aún no haya cumplido 16 años. Con ello puede convertirse en la profesora británica más joven de todos los tiempos, al superar incluso a Colin Mac Laurin, que ingresó en el claustro del colegio Marischal, de Aberdeen, a los 19 años.

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