Cartas al director

Música con niño y sin medios

El 21 de julio, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid (agotadas las localidades por la tarde, lleno por la noche) se representaba la obra del maestro Pablo Sorozábal La tabernera del pueno. Durante la función nocturna, en el segunto entreacto, el hijo de uno de los instrumentistas, niño de dos o tres años, se coló en el foso orquestal e insistía llorando en estar con su padre, quien hubo de tocar todo el último acto con su hijo en brazos.La anécdota no pasaría de simpática, incluso tierna, si no fuera sintomática de las condiciones en que trabajan estas compañías. La denominada As...

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El 21 de julio, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid (agotadas las localidades por la tarde, lleno por la noche) se representaba la obra del maestro Pablo Sorozábal La tabernera del pueno. Durante la función nocturna, en el segunto entreacto, el hijo de uno de los instrumentistas, niño de dos o tres años, se coló en el foso orquestal e insistía llorando en estar con su padre, quien hubo de tocar todo el último acto con su hijo en brazos.La anécdota no pasaría de simpática, incluso tierna, si no fuera sintomática de las condiciones en que trabajan estas compañías. La denominada Ases Líricos, que actúa estas semanas en el centro cultural, se compone de buenos cantantes-actores y una reducida orquesta de músicos que tocan lo mejor que pueden en malas condiciones. Lo que necesitan son medios, que deben ser muy precarios si ni siquiera daban una hoja con el reparto de intérpretes, cuando merecen ser nombrados desde el primero hasta el último.

Entre tanto, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid se gastan una millonada en levantarle un monumento de plástico a Plácido Domingo, quien para capitalizar el éxito de espectáculos tan aparatosos como horteras no duda en sabotear desde el nombre de sus compañeros hasta el del compositor de la obra representada.

Por el contrario, la ópera Juan José, del maestro Sorozábal, sigue sin estrenarse. Tal vez el ministerio la está reservando para las exequias de nuestro mejor compositor de música escénica. ¡Y dicen que se medra siendo socialista! Serán los de la última hornada. A los de toda la vi, como el maestro Sorozábal, de poco les vale.- Julio González.

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