La batalla de Sonora
JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL El candidato a gobernador del PAN, ingeniero Adalberto Rosas, de 43 años, lo tiene claro: "Si pierden Sonora, en tres años perderían la Presidencia de la República. Ellos saben lo que se juegan". Ellos son el, PRI, que extiende sus tentáculos por todo México y controla el país desde hace 56 años. El Estado de Sonora tiene poco más de un millón de habitantes en un territorio mayor que un tercio de España.
La propaganda del PRI llega a todas partes. Hasta las casamatas de los indios seris, hombres que viven en la arena, una tribu de la que apenas quedan ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL El candidato a gobernador del PAN, ingeniero Adalberto Rosas, de 43 años, lo tiene claro: "Si pierden Sonora, en tres años perderían la Presidencia de la República. Ellos saben lo que se juegan". Ellos son el, PRI, que extiende sus tentáculos por todo México y controla el país desde hace 56 años. El Estado de Sonora tiene poco más de un millón de habitantes en un territorio mayor que un tercio de España.
La propaganda del PRI llega a todas partes. Hasta las casamatas de los indios seris, hombres que viven en la arena, una tribu de la que apenas quedan unos 1.000 miembros que malviven frente a la isla Tiburón. En casi todas las casas, regaladas por el Gobierno, donde están instaladas las bombillas, pero nunca ha llegado .la corriente, hay pegados carteles con propaganda electoral del candidato gobernador del PRI, el ingeniero Félix Valdés, que se anuncia con el eslogan Experiencia y solidez. En un español balbuceante, algunos seris afirman, sin lugar a dudas: "Votaremos al PRI". Casi inmediatamente algunos dicen que "el Gobierno no cumple lo que promete". A la pregunta de por qué entonces votan al PRI, se encogen de hombros. Casi el mismo fatalismo se advierte en el hombre de la calle en Hermosillo, capital del Estado de Sonora. "El PAN va a ganar, ahora, que se la den, es otra cosa". El partido derechista de oposición al PRI, el PAN, ha conseguido sembrar una conciencia de victoria y al mismo tiempo de fraude electoral.
El PAN no está dispuesto a aceptar como una ley natural la victoria del PRI en las elecciones a gobernador de Sonora y lucha contra el gigantesco aparato de poder, que no cesa de poner obstáculos al principal partido de oposición. El pasado jueves, 27 de junio, el candidato del PAN, Adalberto Rosas, publicó una carta abierta a su contrincante priísta, Félix Valdés, en la que denunciaba la preparación del fraude electoral.
Sobre las elecciones de Sonora se cierne la duda de qué ocurrirá si la sensación colectiva de fraude se extiende. La Prensa próxima al PRI, casi toda, ya anuncia que el PAN prepara grupos de choque para provocar desórdenes. La Prensa de la capital mexicana publica que existen ya en el Estado de Chihuahua "comandos de alta seguridad", los llamados comas, "a cuyo círculo sólo tienen acceso elementos paramilitares selectos, entrenados de acuerdo con la mística de los SS". En Sonora se habla de un grupo llamado Los Mecos. Los dirigentes del PAN se ríen y dicen: "Éstos son nuestros comandos", mientras señalan a los seguidores que trabajan en las actividades de la campaña electoral.
El candidato del PAN, Adalberto Rosas, lleva dos años de campaña electoral. En una marcha a pie recorrió 1.200 kilómetros del Estado de Sonora, desde San Luis Río Colorado, en la frontera estadounidense, a Estación Don, en el límite meridional del Estado. Rosas ha entregado medio millón de tarjetas que dicen: "Denle a Sonora elecciones limpias y todo lo demás vendrá por añadidura. Adalberto Rosas. Candidato a gobernador".
A Rosas le conocen en Sonora por su mote: El Pelón. Todo viene de una novatada estudiantil, cuando en la Universidad le cortaron el pelo al cero. Durante la campaña, Rosas se ha instalado en la casa de su suegro, en Hermosillo, en donde el aire acondicionado y el ambiente de alta posición económica parece un oasis en medio de una ciudad que no hace honor a su nombre y con más de 40º a la sombra.
Tras un día intenso de campaña, Rosas se expresa relajado, sentado en el suelo y apoyado so bre sus botas camperas típicas de la región: "Queremos denunciar que el Gobierno mexicano es corrupto. Fuera predica lo que no hace en casa, y estamos viviendo una dictadura de partido". "No tenemos ninguna posibilidad de evitar el fraude", reconoce, "no nos admiten los interventores en las casillas electorales". Rosas denuncia que el PRI hizo cambiar la Constitución del Estado para permitir que Valdés pudiese presentarse, porque no reunía el requisito de ser residente en el Estado.
Las elecciones se celebrarán el 7 de julio. Si el pueblo tiene la sensación de que ha sido engañado, Rosas anuncia: "Saldremos a la calle a sentarnos. No queremos violencia, convocaremos a que la gente tome las calles pacíficamente y en silencio. Si hay violencia, la provocarán ellos, que tienen las armas".
El candidato del PRI, Félix Valdés, rehúye a la Prensa extranjera y no quiere entrevistas.
El candidato Valdés
El ingeniero Félix Valdés, de 63 años, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), gobernador del Estado de Sonora, tiene tras de sí una larga carrera de cargos en el Gobierno de México, en el que hasta hace poco desempeñó la cartera de Transportes y Comunicaciones. En Agua Prieta, ciudad fronteriza con el Estado norteamericano de Arizona, el candidato a gobernador del PRI intervino en un mitin electoral que los organizadores de su campaña consideraban difícil. En las últimas elecciones municipales, el Partido de Acción Nacional (PAN) consiguió en Agua Prieta el doble de votos que el PRI, y la ciudad fronteriza tiene hoy un alcalde panista.La maquinaria del PRI se ha puesto en funcionamiento para asegurar un marco adecuado a su candidato en Agua Prieta.
Desde por la mañana, en la entrada de la ciudad por donde se espera que llegue Valdés, mujeres con la insignia del PRI en la solapa reparten botellas de soda a todo el que se aproxima a un galpón situado junto a una fábrica. Los niños que pululan por los alrededores se acercan con gesto pícaro y acumulan botellas de soda.
Desde primera hora de la tarde llegan algunos camiones con priístas de pueblos de los alrededores, por si los aguaprietenses no se animasen en número suficiente a asistir al mitin. En una calle del centro, cerrada al tráfico, grupos de mariachis y cantantes de rancheras animan la espera a unas 1.000 personas.
Sigue el reparto de soda libre, confeti y serpentinas. Un cantante, Enrique Limón, con traje charro, parte los corazones con su "Este amor apasionado anda todo alborotado por volver. Lo dejamos hace tiempo, pero le llegó el momento de volver...". Casi parece una premonición sobre la carrera política del candidato Valdés, que nació en Nacozar¡, un pueblo del Estado de Sonora, y se marchó al Distrito Federal Ciudad de México, donde hizo carrera política. Ahora vuelve con la intención de conseguir el puesto de gobernador.
Valdés llega a pie desde la entrada de Agua Prieta, seguido de unas 1.000 personas. A su lado va su esposa, que lleva un elegante vestido amarillo que contrasta conlas vestimentas de dudoso gusto de las mujeres asistentes al mitin.
Los oradores teloneros, candidatos a alcalde y diputados, mencionan a Valdés con el tratamiento de "señor ingeniero", aluden a su "respetable esposa", hablan de "la herencia bendita y revolucionaria" y atacan a la "casta conservadora, que tiene sus pensamientos puestos en el extranjero", en referencia crítica al PAN, a quien el PRI acusa de estar al servicio de los intereses norteamericanos.
El candidato al puesto de gobernador por el PRI habla hacia las ocho de la tarde y, cuando apenas ha abierto la boca, estallan cohetes con fuegos de artificio. Un órgano eléctrico indica con una sintonía al público cuándo debe aplaudir, a pesar de las evidentes carencias oratorias de Valdés.
El candidato habla "del individuo que es sujeto y objeto en el quehacer del Estado", "el municipio como base de la organización política del Estado", y de que "el país vive momentos de paz y tranquilidad". Ni Valdés ni ninguno de los oradores que le preceden hacen una sola referencia a problemas concretos del Estado de Sonora o del municipio de Agua Prieta.