Cartas al director

En su editorial

del día 21 de junio, bajo el lamentable título de Terrorismo televisivo, aparecía alguna afirmación ofensiva para las presentadoras de los telediarios que exige ser puntualizada.Obliga, sin duda, a un esfuerzo de contención de la risa, pero no por ello resulta menos indignante leer en ese editorial una afirmación como ésta: "No se puede pretender ganar credibilidad informativa a base de hacer propaganda de partido y deponer chicas guapas a leer noticias que no comprenden". No hace falta ser muy sagaz para percibir un pobre sentido machista del redactor de ese editorial, que opone...

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del día 21 de junio, bajo el lamentable título de Terrorismo televisivo, aparecía alguna afirmación ofensiva para las presentadoras de los telediarios que exige ser puntualizada.Obliga, sin duda, a un esfuerzo de contención de la risa, pero no por ello resulta menos indignante leer en ese editorial una afirmación como ésta: "No se puede pretender ganar credibilidad informativa a base de hacer propaganda de partido y deponer chicas guapas a leer noticias que no comprenden". No hace falta ser muy sagaz para percibir un pobre sentido machista del redactor de ese editorial, que opone la buena presencia física a la capacidad intelectual.

Queda emplazado el avispado editorialista a explicar cómo ha logrado descubrir que no comprendemos las noticias que leemos, y resultaría de interés comprobar cómo se las apaña para justificar que somos menos periodistas nosotras que cualquier redactor de EL PAÍS, por ejemplo. Y no se trata de presentar currículo alguno o hacer referencia a las licenciaturas universitarias de cada una de nosotras, ni a nuestra trayectoria profesional en distintos medios de comunicación escritos o audiovisuales. No fuimos seleccionadas para este trabajo gracias al título de belleza que el editorialista, tal vez con excesiva generosidad, nos otorga; aunque, eso sí, lamentamos que no haya reparado en la hermosa y sugestiva presencia física de nuestros compañeros varones, más allá de su solvencia profesional. Parece que un periódico cuyos editoriales pretenden ser guía y orientación para la opinión pública debería trabajar con mayor rigor y comprobar los datos sobre los que se asientan sus frases esculpidas en mármol.-

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Presentadora de Telediario 1.

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