Tribuna:

El arco iris rompe la monotonía celeste

Aprovechando la convocatoria de paro general, la bolsa decidió acabar con su dilatada huelga de índices caídos y aprovechó la ocasión para ganar 36 centésimas, lo que tranquilizó el ambiente en la plaza de la Lealtad.Los analistas, sin embargo, no están muy satisfechos por la evolución bursátil. Bien es cierto que en la sesión del miércoles el índice general perdió 10 centésimas y que la tendencia bajista presentaba todos los síntomas de encontrarse en su recta final. Así, el repunte de ayer no sorprende a casi nadie, aunque pocos consideran que solamente se trata de un repunte técnico que no ...

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Aprovechando la convocatoria de paro general, la bolsa decidió acabar con su dilatada huelga de índices caídos y aprovechó la ocasión para ganar 36 centésimas, lo que tranquilizó el ambiente en la plaza de la Lealtad.Los analistas, sin embargo, no están muy satisfechos por la evolución bursátil. Bien es cierto que en la sesión del miércoles el índice general perdió 10 centésimas y que la tendencia bajista presentaba todos los síntomas de encontrarse en su recta final. Así, el repunte de ayer no sorprende a casi nadie, aunque pocos consideran que solamente se trata de un repunte técnico que no modifica en nada el perfil del mercado. Algunos operadores, por si las moscas, confiesan encontrarse en posición neutra, es decir, en espera de la mínima señal para comenzar a operar.

Esta prudente actitud deberá decantarse en breve, puesto que ayer finalizó la presentación de las declaraciones de la renta, una fecha que, según los expertos, debe marcar el inicio de una inflexión a la baja en los tipos de interés. De todas formas, el aumento del precio del dinero pesa como una losa sobre la bolsa, y tanto el miércoles como el jueves el banco emisor volvió a intervenir en el mercado con subastas de préstamos de 246.800 millones y 219.000 millones de pesetas, respectivamente, a un tipo de interés del 14%. Ésa fue la misma retribución ofrecida en los pagarés del Tesoro a tres meses, en lo que se puede definir como una ambiciosa carrera para drenar liquidez del sistema y apaciguar las tensiones inflacionistas. La subasta ordinaria de pagarés del Tesoro, celebrada ayer, tampoco varió el interés marginal respecto a la subasta anterior: 11,233% para 12 meses y 11,788% para 18 meses.

Pero si bien durante el miércoles se negociaron en la bolsa 1.577,7 millones de pesetas efectivas, lo que sugiere cierta recuperación de los intercambios, en la sesión de ayer ese volumen parece haber disminuido drásticamente. La disminución del negocio, además de incidir en la desconfianza de los operadores, viene a demostrar que éstos aguardan la confirmación del pregonado descenso del precio del dinero y de los mejores resultados obtenidos por el índice de precios al consumo en el pasado mes de mayo. El viejo aforismo bursátil que recomienda comprar con el rumor y vender con la noticia parece no tener visos de hacerse realidad.

La significativa caída del dólar -el miércoles se cambió a 171 ' 9 pesetas, aunque ayer repuntara a 173,7- favorece el endeudamiento externo de aquellas sociedades que han acudido al euromercado, tanto emisiones como préstamos, en la divisa norteamericana. Este hecho, junto a la confirmación del descenso del tipo preferencial en Estados Unidos, crea unas favorables expectativas para la renta variable.

Por otra parte, ayer comenzó la ampliación de Petromed, por 905,27 millones de pesetas, en la proporción de cuatro acciones nuevas por cada 25 antiguas, gratis. El valor dejó el importe del derecho y 8,5 enteros. Asimismo, repartieron dividendo Minas de Tharsis (único del ejercicio 1984), de 41 pesetas netas; Cartera Ibérica de Valores (único de 1984), de 49,20 pesetas netas, y San Miguel (único de 1984), de 300 pesetas netas.

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