CASTILLA-LA MANCHA

Más de 20.000 personas acudieron a la fiesta de la región en Guadalajara

Más de 20.000 personas desplazadas en unos 200 autobuses, ferrocarril y vehículos particulares se juntaron con los casi 60.000 habitantes de Guadalajara para celebrar la segunda edición del Día de Castilla-La Mancha, que tuvo por marco la capital alcarreña.La jornada ha presentado un marcado carácter festivo, con una gran variedad de actos celebrados al aire libre que, en las horas de la mañana, tuvieron que luchar contra la adversa condiciones meteorológicas que "no nos merecemos", según decía el presidente de la Junta de Comunidades, José Bono, al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra....

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Más de 20.000 personas desplazadas en unos 200 autobuses, ferrocarril y vehículos particulares se juntaron con los casi 60.000 habitantes de Guadalajara para celebrar la segunda edición del Día de Castilla-La Mancha, que tuvo por marco la capital alcarreña.La jornada ha presentado un marcado carácter festivo, con una gran variedad de actos celebrados al aire libre que, en las horas de la mañana, tuvieron que luchar contra la adversa condiciones meteorológicas que "no nos merecemos", según decía el presidente de la Junta de Comunidades, José Bono, al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. El vicepresidente se desplazó en helicóptero desde Madrid, en compañía del ministro de Agricultura, Carlos Romero, para participar en el único acto de carácter político. Éste consistió en una recepción a los alcaldes de Castilla-La Mancha, que se convirtió más tarde en un acto de masas al permitirse la entrada libre. La circunstancia fue aprovechada por el vicepresidente para pronunciar unas palabras con sabor preelectoral -incluidas acusaciones a la oposición- que fueron criticadas por los representantes de Coalición Popular, quienes entendieron que Guerra había roto el carácter institucional de la recepción.

El vicepresidente del Gobierno auguró un buen futuro para Castilla-La Mancha, "una región tradicionalmente olvidada y marginada que, sin embargo, tiene un espíritu solidario e ilusionado", para más adelante criticar a la derecha, que .nos ha legado un país destrozado y quiere que en dos años seamos capaces de reconstruirlo".

Alfonso Guerra pareció también hacer una alusión a los últimos acontecimientos relacionados con el espionaje policial: "No nos dejaremos vencer por muchas calumnias que nos lance una derecha reaccionaria que lucha por conservar sus privilegios".

Alfonso Guerra se mostró profético cuando tranquilizó a todos anunciando: "No se preocupen, que pronto saldrá el sol", y, así, la mañana lluviosa dio paso a una tarde apacible que hizo respirar a los organizadores, que habían presupuestado para la fiesta 15 millones de pesetas.

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