Tribuna:

Las hipótesis de futuro nunca se trazan con regla y compas

El encefalograma del mercado se inclina cada vez más peligrosamente hacia la cuesta abajo. La gráfica plana, que desde hace varias semanas viene definiendo la apatía bursátil, se trueca en otra dirección menos deseable todavía.Los operadores ya no pueden ocultar sus nervios. Hasta hace poco tiempo el p apel parecía remiso a s alir al parqué con objeto de ser vendido a unos precios bastante inferiores a los que fue adquirido a principios de año, pero ahora el miedo de algunos inversores comienza a romper este equilibrio. Si se generaliza la consigna de vender cuanto antes porque mañana puede es...

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El encefalograma del mercado se inclina cada vez más peligrosamente hacia la cuesta abajo. La gráfica plana, que desde hace varias semanas viene definiendo la apatía bursátil, se trueca en otra dirección menos deseable todavía.Los operadores ya no pueden ocultar sus nervios. Hasta hace poco tiempo el p apel parecía remiso a s alir al parqué con objeto de ser vendido a unos precios bastante inferiores a los que fue adquirido a principios de año, pero ahora el miedo de algunos inversores comienza a romper este equilibrio. Si se generaliza la consigna de vender cuanto antes porque mañana puede estar aún peor, la bolsa puede recibir esta semana un fuerte varapalo. El anterior compás de espera, en todo caso, está a punto de desaparecer.

Los expertos recuerdan, además, que el análisis técnico -que hasta ahora mostraba escasa utilidad para trazar hipótesis de futuro- predice una caída libre en caso de que el índice general rompa la barrera del 109%. En la actualidad ese indicador se encuentra 61 centésimas por encima de esa cota. Pero ayer ya se perdieron 0,63 puntos. Cualquier resbalón en la jornada de hoy pondría las cosas más que difíciles.

Las tenazas de la coyuntura, en todo caso, ahogan cualquier alegría. El dinero sigue sin querer hacer acto de presencia en la bolsa y los volúmenes de contratación son de los peores del año (879,6 millones de pesetas efectivas el pasado lunes), mientras que los deseos vendedores parecen ser cada vez más insistentes. Así las cosas, no queda otra solución que esperar y capotear el chaparrón lo mejor que se pueda o se sepa.

Las nubes que producen esa lluvia sobre la bolsa, en cualquier caso, han recibido un fuerte impulso gracias al informe anual del gobernador del Banco de España. Las indicaciones de Mariano Rubio en favor de mantener una política de control, olvidando cualquier veleidad reactivadora mientras que no se hayan superado las causas de la crisis, han sido interpretadas como una crítica implícita a las últimas medidas anunciadas por el ministro de Economía y Hacienda. Incluso algunos analistas creen que la autoridad monetaria pone al descubierto las intenciones preelectorales de los responsables económicos del Gobierno.

Nadie parece dispuesto a escuchar los datos positivos que podrían reactivar el mercado bursátil. Cuando la actitud es pesimista, sólo un factor de corte psicológico puede insuflar un cambio de actitud. Nada tienen que hacer en este caso las frías crónicas y análisis; los remedios vendrán por parte de brujos y hechiceros.

Por otra parte, ayer se publicó el anuncio oficial de la ampliación del Banco Exterior, por 4. 164,6 millones de pesetas, en la proporción de una acción nueva por cada cuatro antiguas, liberada en un 15% con cargo a reservas, la cual se desarrollará del 6 de junio al 6 de julio. También ayer comenzó la ampliación de Olarra, valor que cedió medio entero sin que el cupón fijase cambio. Ebro, por su lado, repartió un dividendo de 30 pesetas a cuenta del ejercico 1984-1985, que dejó íntegro junto a otros cinco enteros. La Junta Sindical, finalmente, ha acordado la reanudación de la contratación de Inmobiliaria Alcázar.

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