Marchais excluye el apoyo a los socialistas franceses tras las elecciones de 1986

El Partido Comunista Francés (PCF) no apoyará a los socialistas tras las elecciones de 1986 aunque de su sostén depende la posibilidad de formar Gobierno, afirmó ayer en L'Humanité el secretario general, Georges Marchais. "Está completamente excluido, tanto hoy como mañana, que nuestro partido acepte una política como la que lleva a cabo el Gobierno".El artículo de Marchais, publicado en primera página, debe interpretarse, sin embargo, de forma matizada. El partido comunista atraviesa una fuerte crisis, con los niveles de voto más bajos de su historia, y ha optado en su último congreso ...

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El Partido Comunista Francés (PCF) no apoyará a los socialistas tras las elecciones de 1986 aunque de su sostén depende la posibilidad de formar Gobierno, afirmó ayer en L'Humanité el secretario general, Georges Marchais. "Está completamente excluido, tanto hoy como mañana, que nuestro partido acepte una política como la que lleva a cabo el Gobierno".El artículo de Marchais, publicado en primera página, debe interpretarse, sin embargo, de forma matizada. El partido comunista atraviesa una fuerte crisis, con los niveles de voto más bajos de su historia, y ha optado en su último congreso por una política de aislamiento y de diferenciación de los socialistas. Al negarse por anticipado a dar su apoyo al Partido Socialista, Marchais intenta, probablemente, recuperar a los descontentos de la izquierda. La postura definitiva del PCF no podrá saberse de verdad hasta el día después de las elecciones, una vez que se sepan cuántos diputados ha logrado cada partido en virtud de la nueva ley electoral, proporcional.

Marchais asegura que la coalición formada por socialistas y el Movimiento de Radicales de Izquierda no conseguirá una mayoría suficiente.

El editorial puede ser interpretado como un contraataque. La semana pasada, el Comité Director del Partido Socialista dejó claro que rechaza completamente un acuerdo con la derecha. El secretario general, Lionel Jospin, se dirigió a los votantes comunistas asegurándoles que el PS "es el mismo de 1981" y pidiéndoles que den un voto útil capaz de evitar el regreso de los conservadores.

Tanto Jospin como otros dirigentes socialistas mantienen todavía la ficción de que es posible la unión de la izquierda, pese a las reiteradas negativas del PCF. Jospin explicó, sin embargo, que si los socialistas no consiguen la mayoría por sí solos o con sus aliados naturales, pasarán a la oposición. "Combatiremos por nuestros valores desde la oposición, pero al lado del presidente de la República, preparándonos para nuevas confrontaciones políticas", afirmó.

La derrota electoral de los socialistas en 1986 acarrearía una situación sin precedentes en la V República: el presidente sería socialista, y el jefe de Gobierno, conservador.

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