China liberaliza sus precios, con subidas de hasta el 200%

Pekín ha comenzado a aplicar, desde el pasado fin de semana, la liberalización de precios anunciada el pasado mes de octubre. La puesta en práctica de estas medidas ha supuesto el aumento de precios de los productos alimenticios más importante desde la fundación de la República Popular China en 1949. Estos incrementos han alcanzado, en algunos casos, hasta un 200%.

Las experiencias de Polonia, Yugoslavia o Hungría constituyen, a juicio de los medios diplomáticos de Pekín, un laboratorio vivo y permanente para la reforma del país. Tanto de sus errores como de sus fracasos, China se e...

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Pekín ha comenzado a aplicar, desde el pasado fin de semana, la liberalización de precios anunciada el pasado mes de octubre. La puesta en práctica de estas medidas ha supuesto el aumento de precios de los productos alimenticios más importante desde la fundación de la República Popular China en 1949. Estos incrementos han alcanzado, en algunos casos, hasta un 200%.

Las experiencias de Polonia, Yugoslavia o Hungría constituyen, a juicio de los medios diplomáticos de Pekín, un laboratorio vivo y permanente para la reforma del país. Tanto de sus errores como de sus fracasos, China se esfuerza en sacar las mejores enseñanzas, según se subraya en estos medios.

Así, los problemas sociales en Polonia en los años setenta, la inflación galopante desencadenada en Yugoslavia durante el pasado año y el descenso del poder adquisitivo en Hungría en 1984 son hechos que están poniendo en guardia a los economistas chinos.

Para estudiar de cerca las repercusiones que tienen estas nuevas medidas, el pasado viernes -primer día de implantación de los aumentos de precios-, 6.600 profesores y estudiantes especializados en las cuestiones financieras se instalaron en las calles pequinesas para escuchar las quejas del público, mientras que 15.000 inspectores vigilaban los posibles aumentos ilegales.

Los precios pueden flotar en función de la situación del mercado un 36% de media, pero la carne de vaca, por ejemplo, puede aumentar hasta un 100% la de cordero, un 80%, y la de cerdo -de la que son grandes consumidores los chinos-, hasta un 35%. Los pescados, en cambio, pueden aumentar hasta un 200%.

Observadores occidentales fueron testigos los pasados días de una manifestación silenciosa de ciudadanos contra este aumento de los precios.

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