El plan de reordenación de las refinerías prevé el cierre de instalaciones

ALBERTO VALVERDE, El Ministerio de Industria y Energía está presionando indirectamente a los presidentes de las principales empresas españolas del refino para que aceleren sus conversaciones exploratorias orientadas al establecimiento de un plan ordenado y negociado de cierres de instalaciones refinadoras obsoletas. La fuerte caída en los consumos de petróleo, el exceso de capacidad de refino existente y la inminente integración en la CEE, se han convertido en los principales argumentos de la Administración en favor de estas negociaciones, cuya culminación supondría un auténtico plan de reord...

ALBERTO VALVERDE, El Ministerio de Industria y Energía está presionando indirectamente a los presidentes de las principales empresas españolas del refino para que aceleren sus conversaciones exploratorias orientadas al establecimiento de un plan ordenado y negociado de cierres de instalaciones refinadoras obsoletas. La fuerte caída en los consumos de petróleo, el exceso de capacidad de refino existente y la inminente integración en la CEE, se han convertido en los principales argumentos de la Administración en favor de estas negociaciones, cuya culminación supondría un auténtico plan de reordenación del refino en España.

Las conversaciones informales entre los máximos directivos de las empresas se celebran en medio de la profunda crisis que el sector del refino atraviesa en toda Europa. El exceso de capacidad de refino en los principales países europeos, apenas paliado con el cierre de una media de seis refinerías por año, puede convertirse en una clara amenaza para los refinadores españoles del petróleo en el momento en el que el mercado español tenga que abrir sus fronteras con la paulatina integración en la Comunidad Europea.Expertos del sector predicen una invasión de marcas extranjeras en nuestro país -primero en los mercados costeros, más próximos y más poblados- en el momento en que España entre en la CEE.

La próxima desaparición de varios instrumentos legales que protegían las empresas españolas de refino frente a la realidad del mercado internacional (concretamente la introducción de una nueva fórmula de liquidación de Campsa por los productos que adquiere a las refinerías) se ha convertido en un factor importante en favor del cierre ordenado de instalaciones.

Precisamente, la nueva fórmula pretende primar a las refinerías más competitivas -es decir, las más convertidas- y penar a aquellas que no pudieron hacer en su día el cambio hacia fórmulas de craking.

Distintos escenarios

Según indican fuentes solventes, varios escenarios de cierre han sido preparados por las empresas para estas conversaciones exploratorias, pero hasta el momento ninguno parece que se haya definido de una manera concreta. La resistencia de algunas compañías a aceptar la eventualidad del cierre, debido en gran parte a la protección que sobre ellas ejerce el actual sistema de monopolio de distribución y de liquidación de los pagos por parte de Campsa, se ha convertido en el principal obstáculo en estas negociaciones, que si en algunos momentos no se han roto se debe a los deseos manifiestos de la Administración para mantenerlas.

Las negociaciones comenzaron con contactos informales entre los presidentes de las empresas privadas de refino -fundamentalmente Petronor, Petromed y ERT- orientadas a establecer en una primera fase un acuerdo para el procesamiento de crudos pesados.

El estrechamiento de los diferenciales de precios entre los distintos tipos de crudo aconsejó limitar por el momento las conversaciones a esta cuestión, sin descartarse que en una nueva fase se entre de lleno en la posible compra de la refinería que ERT tiene en Huelva por parte de Petronor y Petromed, con el fin de proceder a su cierre y quedarse con su cuota de mercado.

Lo mismo sucedería con la planta de lubricantes que tiene Explosivos, y que ha interesado a Cepsa y EMP precisamente por la cuota de mercado que su marca, Ertoil, tiene en España.

Según fuentes fiables, la concreción de un esquema en esta línea permitiría al sector eliminar una capacidad excedentaria que supera el 35% del total y ayudaría a recuperar a las refinerías una competitividad industrial y financiera que, según fuentes de la Administración, se hará necesario instrumentar con un plan de ayuda a medio plazo para el sector.