EXTREMADURA

Las pruebas de seguridad en la central de Almaraz provocan pánico en la población

La población de Almaraz, localidad cacereña de 1.318 habitantes situada muy cerca de la central nuclear del mismo nombre, sufrió una situación de pánico el pasado lunes por la noche, al escuchar "un ruido estremecedor". Fuentes de la central aseguran que se trató simplemente de una prueba de seguridad.

Cuando en la noche del pasado lunes los vecinos dé Almaraz contemplaban cómodamente ante la pequeña pantalla las andanzas de Fernando Fernán Gómez y su caballo, "un ruido estremecedor" les levantó del sillón. Muchos salieron asustados hasta la calle, donde dirigieron una mirada atemorizad...

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La población de Almaraz, localidad cacereña de 1.318 habitantes situada muy cerca de la central nuclear del mismo nombre, sufrió una situación de pánico el pasado lunes por la noche, al escuchar "un ruido estremecedor". Fuentes de la central aseguran que se trató simplemente de una prueba de seguridad.

Cuando en la noche del pasado lunes los vecinos dé Almaraz contemplaban cómodamente ante la pequeña pantalla las andanzas de Fernando Fernán Gómez y su caballo, "un ruido estremecedor" les levantó del sillón. Muchos salieron asustados hasta la calle, donde dirigieron una mirada atemorizada "`hacia los huevos de la nuclear", como popularmente son conocidas las cúpulas que albergan los edificios de los dos reactores."Eran las 23.30", comenta la propietaria de una tienda de comestibles, "cuando sonó un inmenso trueno. Mucha gente, incluso en pijama, se lanzó a la calle. Miramos hacia los huevos y de allí salía humo".

Otros vecinos definen el ruido "como el que forma un reactor cuando atraviesa la barrera del sonido", y algunos aseguran haberlo escuchado los días anteriores "aunque a horas más tardías, y quizás por eso la población no se enteró hasta ayer", dijeron.

El portavoz de la central nuclear de Almaraz, Antonio Bustamante, ha justificado lo sucedido como producto de una de tantas pruebas preceptivas que se llevan a cabo en la operación para proceder al arranque del Grupo II. En este caso, consistió, dijo, en la entrada en funcionamiento de uno de los sistemas de seguridad al fallar la válvula de alivio.

Cada unidad, según explicaciones del portavoz, dispone de tres generadores, y cada uno de éstos cuenta con una válvula de alivio y cinco de seguridad: "Las válvulas de alivio tienen silenciadores para no producir ruido" y "lo que se escuchó fue la apertura de la válvula de seguridad, que no los tiene".

Según los responsables de la central nuclear de Almaraz "la población puede estar tranquila, pues no ha ocurrido nada anormal. Es el sonido habitual que produce la apertura de una válvula de seguridad".

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La población, sin embargo, no entiende que se lleven a cabo estas operaciones sin información previa, "con la que evitaríamos", afirman, "sustos y estos malos entendidos".

Justo el día en que se producía este hecho, el alcalde de Almaraz asistía en Madrid a una reunión con los responsables de los ayuntamientos con instalaciones nucleares.

Entre otros acuerdos adoptados, los alcaldes establecieron el compromiso de constituirse "con carácter provisionalísimo, en mancomunidad, a fin de disponer, mediante la intercomunicación municipal, de unas bases y criterios uniformes para el tratamiento de las cuestiones referentes a seguridad ciudadana, liquidación de impuestos directos e indirectos y otros".

Asistieron a esta reunión los alcaldes de Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo, Valdecaballeros, Valdelloz y Valle de Tobalina, quienes instaron a las respectivas administraciones provinciales al cumplimiento o revisión en su caso de la aplicación que vienen realizando de la ley 7/81 con vistas a conseguir mayor creación de empleo y bienestar en Las zonas con centrales nucleares.

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