Sensible mejoría y ambiente optimista en los mercados bursátiles de Estados Unidos

Los mercados bursátiles de Estados Unidos han mejorado de forma notable durante la pasada semana, ya que después de la avalancha de noticias bajistas para la economía estadounidense publicadas la semana anterior, estos últimos días se percibía una actitud más optimista entre los operadores. Este estado de ánimo se hacía patente en Wall Street el jueves 25, con una subida de seis puntos en el índice Dow Jones y un importante incremento del volumen de contratación.Hay que buscar las razones de este renovado optimismo en la convicción generalizada de que los tipos de interés van a bajar a medio p...

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Los mercados bursátiles de Estados Unidos han mejorado de forma notable durante la pasada semana, ya que después de la avalancha de noticias bajistas para la economía estadounidense publicadas la semana anterior, estos últimos días se percibía una actitud más optimista entre los operadores. Este estado de ánimo se hacía patente en Wall Street el jueves 25, con una subida de seis puntos en el índice Dow Jones y un importante incremento del volumen de contratación.Hay que buscar las razones de este renovado optimismo en la convicción generalizada de que los tipos de interés van a bajar a medio plazo. Muchos economistas opinan también que, aunque los últimos datos macroeconómicos han demostrado cierta debilidad, son más el fruto de la fortaleza del dólar que de una posible recesión económica causada por motivos estructurales.

En opinión de Allen Sinai, de Shearson Lehman / American Express, el producto nacional bruto (PNB) crecerá un 4% durante el segundo trimestre, un 1,9% durante el tercer trimestre y un 2% durante el cuarto trimestre. Allen asegura que Estados Unidos no va a disfrutar del mismo ritmo de crecimiento que durante 1984. En consecuencia, es posible que esta mayor moderación termine provocando un paulatino descenso del coste del dinero. En ello también influirá el reajuste del déficit presupuestario propuesto por la Administración Reagan en el comité senatorial que se dedica a este tema.

Según esta propuesta, el déficit se reduciría en 52.000 millones de dólares en 1986, en 100.000 millones en 1987 y en 144.000 millones en 1988. De esta forma, el déficit quedaría establecido en 175.000 millones de dólares en 1986, 144.000 millones en 1987 y 98.000 millones en 1988.

El único tema que preocupa a algunos sectores es el de la inflación. La publicación del índice de precios al por menor el martes pasado, con un aumento del 0,5%, cuando se esperaba tan sólo un repunte del 0,3%, ha sido posiblemente la responsable de que Paul Voicker, presidente de la Reserva Federal, declarara al día siguiente que no podrá aplicar por ahora una política monetaria realmente flexible hasta que no se solucione el problema del déficit.

Por otro lado, el dólar cotizó a 3,18 frente al marco durante la semana pasada, lo que representa una mejora sensible si se tiene en cuenta que a lo largo de la semana anterior la divisa estadounidense cotizó por debajo de 2,98 marcos. Esto demuestra que el sentimiento en favor del dólar sigue siendo muy fuerte en los mercados de divisas y posiblemente se necesitará esperar a que se produzca un descenso generalizado de tipos de interés en Estados Unidos para que esta moneda vuelva a bajar.

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