Derechos de reproducción

Con profundo desagrado vi que en el periódico de 31 de marzo del año en curso, y precisamente en las páginas culturales, apareció un artículo de José Jiménez Lozano ilustrado con una reproducción de un cuadro de Benjamín de Tudela del que es autor mi difunto padre, don José Serrano, y que, a mayo abundamiento, aparece mutilado en su cabecera e incluso con un nombre al pie del mismo de José Luis Larrión, que puede inducir racionalmente a error de ser éste el autor del cuadro reproducido.Nadie puede reproducir obras ajenas sin permiso del propietario y este permiso ni siquiera ha sido solicitado...

Con profundo desagrado vi que en el periódico de 31 de marzo del año en curso, y precisamente en las páginas culturales, apareció un artículo de José Jiménez Lozano ilustrado con una reproducción de un cuadro de Benjamín de Tudela del que es autor mi difunto padre, don José Serrano, y que, a mayo abundamiento, aparece mutilado en su cabecera e incluso con un nombre al pie del mismo de José Luis Larrión, que puede inducir racionalmente a error de ser éste el autor del cuadro reproducido.Nadie puede reproducir obras ajenas sin permiso del propietario y este permiso ni siquiera ha sido solicitado.

Desde luego, el, derecho personalísimo que me corresponde, tanto sobre el cuadro pintado por mi difunto padre, que obra en mi poder, como los derechos de reproducción, están amparados en el artículo 7º de la ley de Propiedad Intelectual, y nunca he dado mi consentimiento para esa reproducción que por parte del periódico se ha publicado.

Espero que, atendiendo mis razones: a) rectifique la reproducción en el sentido de que figure como autor quien realmente lo es, es decir, mi difunto padre, don José Serrano; b) se abstenga en lo sucesivo de reproducir cuadro de mi propiedad sin mi consentimiento, y c) se abstenga igualmente, aunque tuviese mi autorización expresa, de reproducir un cuadro mutilado.

Creo comprenderá que es la petición mínima lo que exijo, reservándome el ejercicio de otras acciones judiciales que me pudieran corresponder, y que en principio no es deseo mío ejercitarlas, siempre y cuando usted acceda a hacer las rectificaciones y aclaraciones anteriormente expuestas.-