Tribuna:

Ellas

Nunca había pensado en comprar Una polaroid de revelado instantáneo, podría jurarlo.- Sin embargo, en enero se creó un gran ambiente en Massachusetts en torno a la oferta del modelo Sun 600 LMS. La máquina se vendía no sólo con un 20% de descuento y regalaban un carrete, sino que además se obtenía una rebaja del 25% en cualquier billete de TWA. Compré la cámara.Para hacer efectivos mis derechos tenía que completar un impreso y enviarlo a una dirección. Eso me proporcionaría el carrete. Por otro lado, para recibir el certificado del descuento aéreo, debía acompañar la factura y un recort...

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Nunca había pensado en comprar Una polaroid de revelado instantáneo, podría jurarlo.- Sin embargo, en enero se creó un gran ambiente en Massachusetts en torno a la oferta del modelo Sun 600 LMS. La máquina se vendía no sólo con un 20% de descuento y regalaban un carrete, sino que además se obtenía una rebaja del 25% en cualquier billete de TWA. Compré la cámara.Para hacer efectivos mis derechos tenía que completar un impreso y enviarlo a una dirección. Eso me proporcionaría el carrete. Por otro lado, para recibir el certificado del descuento aéreo, debía acompañar la factura y un recorte de la caja de la Sun 600 LMS. Desde el primer momento no tuve claro cuál era la parte de la caja que podía interesar a TWA, pero con la ayuda de un amigo norteamericano, y tras varios destrozos, nos decidimos por un fragmento. No era eso. Meses después la Polaroid's Passport me escribe para exigir no sé qué parte coloreada, que, en todo caso, será imposible recuperar del servicio de basuras.

Pero esto es el presente. Por la misma época recibí una llamada estimulante. Sonó el teléfono mientras estaba cenando y era la mismísima AT&T. "We are AT&7", dijo la telefonista. La compañía me llamaba a casa para ofrecerme, visto el dinero que estaba gastando en conferencias, un descuento del 30%. ¿Querría aceptarlo? Desde luego parecía anhelar tanto una respuesta positiva que no pude eludir la sensación de que el consejo de administración ponía un especial interés en mi caso. Contesté que sí y ella, entre un alborozo, me prometió que de inmediato ponía la orden en el computer. ¿Era posible que ella y sus mismos jefes estuvieran recapacitando a esas horas sobre mi situación? Días después obtuve la respuesta. La compañía MCI, en su modalidad Dial-1, ofrecía por el sistema más lento del correo un descuento hasta el 25% superior al de AT&T y entregaba además 60 minutos de llamadas internacionales gratis.

No he hablado con nadie de estos asuntos, pero es posible que una persona razonable pudiera ayudarme a acertar la distancia entre un individuo y una TWA, una polaroid o una AT&T. Esta amargura es el síntoma del que todavía no me he hecho cargo.

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