Cartas al director

Las pinturas negras de Goya

Agradezco enormemente al señor Calvo Serraller su comentario publicado en EL PAIS del día 20 de marzo sobre las nuevas instalaciones de las pinturas negras de Goya, que, de algún modo, viene a paliar la sensación de impotencia ante la contemplación de semejante desatino, que en su día me pareció insuperable. (Ya tuve una conmoción parecida ante el insufrible rojo de las salas de Velázquez.)Comprendo la dificultad que entraña, a gente tan calificada, intentar mejorar la iluminación de los cuadros, mantener la temperatura adecuada (a veces la atmósifera es asfixiante), buscar mejores perspectiva...

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Agradezco enormemente al señor Calvo Serraller su comentario publicado en EL PAIS del día 20 de marzo sobre las nuevas instalaciones de las pinturas negras de Goya, que, de algún modo, viene a paliar la sensación de impotencia ante la contemplación de semejante desatino, que en su día me pareció insuperable. (Ya tuve una conmoción parecida ante el insufrible rojo de las salas de Velázquez.)Comprendo la dificultad que entraña, a gente tan calificada, intentar mejorar la iluminación de los cuadros, mantener la temperatura adecuada (a veces la atmósifera es asfixiante), buscar mejores perspectivas para cuadros que lo necesitan, crear, en definitiva, espacios donde se puedan contemplar las pinturas sin necesidad de añadidos mediocres en sus planteamientos y resultados. Supongo que es mucho más fácil recrear decorados rococó, rememorar ambientes y distraer la atención con colores y montajes tan fallidos como inútiles.

Con la resignación que nos caracteriza, espero que los nuevos edificios cedidos al Prado sean acondicionados de una forma más coherente, para la mejor contemplación- admiración de todos los que consideramos la pintura parte de nosotros mismos.-

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