Dimite el consejero de Rania, empresa rentable gestionada por los trabajadores

Barcelona

El consejero delegado de la sociedad anónima laboral Lechera de Cataluña, comercializadora de la marca Rania, presentó ayer su renuncia al cargo después de una gestión de 14 meses al frente de la misma que ha significado la recuperación y relanzamiento económico de la empresa.

Los motivos alegados por el ingeniero Ramón Pons para su dimisión son de carácter personal, al margen de la buena marcha de la empresa, e inciden directamente en las dificultades de ejercer con plenitud de poderes la gestión de una sociedad anónima laboral donde se producen constantes interfer...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Barcelona

El consejero delegado de la sociedad anónima laboral Lechera de Cataluña, comercializadora de la marca Rania, presentó ayer su renuncia al cargo después de una gestión de 14 meses al frente de la misma que ha significado la recuperación y relanzamiento económico de la empresa.

Los motivos alegados por el ingeniero Ramón Pons para su dimisión son de carácter personal, al margen de la buena marcha de la empresa, e inciden directamente en las dificultades de ejercer con plenitud de poderes la gestión de una sociedad anónima laboral donde se producen constantes interferencias entre accionistas que son a su vez trabajadores, decisiones del consejo de administración y competencias correspondientes al comité de empresa.

Ramón Pons se considera agotado personalmente para seguir al frente de Rania, a la que augura un futuro prometedor de seguirse la trayectoria y directrices apuntadas en el último ejercicio.

Recientemente la sociedad Lechera de Cataluña ha firmado un protocolo de intenciones con un grupo de empresas lecheras francesas que aglutina a 52 sociedades y que comercializa la marca Lactel. En este'protocolo se contempla una participación no superior al 49% de las acciones de Rania y una comercialización en España de los productos Lactel, cuya marca ya ha sido solicitada para registro por los representantes legales de Rania.

El posible acuerdo con la sociedad francesa ya ha sido presentado al consejo de administración de Lechera de Cataluña, pero el acuerdo debe superar una junta general de accionistas prevista para el mes de junio. Una de las inmediatas medidas que supondría una ratificación del protocolo de intenciones sería la incorporación de un miembro procedente del grupo francés al consejo de administración de Rania.

La cuenta de resultados de 1984 aún presenta unas pérdidas de 57 millones de pesetas, notablemente inferior a los cerca de 74 millones de saldo negativo del ejercicio de 1983. Sin embargo, a partir del pasado noviembre se ha alcanzado el umbral de rentabilidad con la cornercialización de unos 5 millones de litros mensuales.

Las pérdidas que se calculaban previsibles para el ejercicio de 1984 eran de 16 millones de pesetas y la diferencia con las alcanzadas de 57 millones debe atribuirse a que la escasez de leche sólo ha permitido unas ventas del 74,6% de las previsiones. Contrariamente se ha mantenido un alto nivel de amortización, se han saneado las duedas a la Seguridad Social y se ha renegociado en condiciones favorables el exigible a corto plazo para los pasivos subrogados con la Caixa de Barcelona y el Banco de Crédito Agrícola. Asimismo y como garantía para la compra de leche a los ramaderos se matiene un alto inmovilizado financiero y se ha mejorado el margen bruto de beneficio sobre una previsión del 20,9% a un 22,4%, fundamentalmente por el incremento de compras a ramaderos de Cataluña que abaratan el transporte.

La coincidencia entre la dimisión de Ramón Pons y la publicación de la cuenta de resultados crea ciertas incertidumbres sobre el cumplimiento de las decisiones previstas.

Archivado En