Las noticias contradictorias sobre el suceso incrementaron la tensión en La Paz
MadridUnas 50 personas, entre familiares y amigos, se reunieron ayer en la residencia sanitaria La Paz, a la espera de noticias sobre los accidentados en el autocar. Entre sollozos y gran tensión, algunos se enteraron de la muerte de sus allegados por las informaciones facilitadas por el subdirector del centro. Todo eran noticias contradictorias y muchos de los familiares escuchaban la radio en espera de confirmaciones. Algunos viajaron anoche en tren a Lisboa en un vagón habilitado por Renfe.
En un principio, los familiares fueron reunidos en la sala de juntas de la dirección pa...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
MadridUnas 50 personas, entre familiares y amigos, se reunieron ayer en la residencia sanitaria La Paz, a la espera de noticias sobre los accidentados en el autocar. Entre sollozos y gran tensión, algunos se enteraron de la muerte de sus allegados por las informaciones facilitadas por el subdirector del centro. Todo eran noticias contradictorias y muchos de los familiares escuchaban la radio en espera de confirmaciones. Algunos viajaron anoche en tren a Lisboa en un vagón habilitado por Renfe.
En un principio, los familiares fueron reunidos en la sala de juntas de la dirección para posteriormente ser trasladados al salón de actos, ya que el número de familiares que llegaban crecía con gran rapidez. Allí, dos o tres enfermeras atendían, consolaban e intentaban dar noticias veraces sobre el estado de los accidentados.
El ambiente era de gran tensión y nerviosismo, sobre todo entre las personas que desconocían la suerte y el estado de sus familiares. Un redactor gráfico de EL PAIS fue zarandeado por uno de los presentes e invitado posteriormente a abandonar la sala donde en ese momento informaba el subdirector de la residencia La Paz. Poco tiempo después, dos vigilantes jurados montaban guardia en las inmediaciones del salón.
Las quejas por la falta de información fueron la tónica normal; incluso, algunas de las enfermeras se mostraron asombradas por las contradicciones en que incurrían los distintos organismos portugueses a los que llamaban, solicitando datos veraces, 10 horas después de la tragedia.
Ayer por la noche numerosos familiares viajaron a la capital portuguesa en el tren que cubre el trayecto Madrid-Lisboa, según confirmaron fuentes de la dirección del centro. Fue necesario habilitar un vagón especial, con 50 literas, dado que, ayer por la tarde, estaban ya agotados los billetes para ese recorrido.
En un principio, Protección Civil ofreció la posibilidad de fletar un avión ayer por la tarde a Lisboa, "si había un número considerable de familiares dispuestos a ello". Dado que sólo unas 25 personas se habían apuntado a viajar en avión, Protección Civil decidió su traslado en tren.