Cartas al director

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Quizá esta carta, como las anteriores que he escrito, no encaje dentro de la estructura ideológica por la que se guía el rotativo. No obstante, quisiera aportar un par de sugerencias, siempre dentro de la crítica constructiva.1. No me cabe la menor duda de que en la Redacción de EL PAIS hay una serie de firmas competentes, tanto en el plano de la noticia como en el del pensamiento, ante las que hay que descubrirse. Pero hay colaboraciones cuyas firmas (Umbral, Vicent, Savater...) van revestidas de una aureola de intelectualismo -si lo son, que lo demuestren- que no la encuentro por ning...

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Quizá esta carta, como las anteriores que he escrito, no encaje dentro de la estructura ideológica por la que se guía el rotativo. No obstante, quisiera aportar un par de sugerencias, siempre dentro de la crítica constructiva.1. No me cabe la menor duda de que en la Redacción de EL PAIS hay una serie de firmas competentes, tanto en el plano de la noticia como en el del pensamiento, ante las que hay que descubrirse. Pero hay colaboraciones cuyas firmas (Umbral, Vicent, Savater...) van revestidas de una aureola de intelectualismo -si lo son, que lo demuestren- que no la encuentro por ningún sitio y me dejan decepcionado. Si hay algo reñido con lo intelectual es la frivolidad. No dudo de la capacidad intelectual de esos señores ni de que lo puedan hacer mejor, pero sus artículos son de una frivolidad tan manifiesta que cuando los leo me da la impresión de estar hojeando una revista del corazón.

2. Me gustaría que fuera un poco realidad lo de diario independiente, si no en todo el diario, lo que me parece natural, sí al menos en la sección Cartas al director, modificando los criterios de selección para dar más cabida a las opiniones, que supongo recibirán, que no coincidan con las suyas y no se prodiguen tanto en cartas como las que aparecen publicadas el día 12 (La teología de la bendición, La salvación eterna de los pobres), escritas con una falta de honestidad alarmante y bajo el signo de la liberación, el revanchismo, el desprecio y la calumnia, rebozado todo ello de una ignorancia supina.

Al leer algunas de esas cartas a que me refiero me da pena pensar lo que estarán sufriendo esas po-

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bres personas por haber sido manipuladas como títeres, privadas de libertad y anuladas sus facultades decisorias. Me da la impresión de estar rodeado de los nuevos mártires del siglo XX.-

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