El imparable rearme norteamericano

Periodista frustrado y crítico de vocación

El secretario de Defensa de Estados Unidos no ha sido siempre el halcón que parece ahora. Su experiencia militar se limita a su servicio en el Estado Mayor del general Douglas McArthur. Acabada la II Guerra Mundial con el grado de capitán, Weinberger se dedicó a la práctica del Derecho en San Francisco, su ciudad natal.Pronto pasó a la política, y fue derrotado en su intento electoral de lograr el cargo de fiscal general del Estado de California. En 1966 se encontró con Ronald Reagan, el auténtico tapado de la derecha norteamericana, al que apoyó en su carrera para el puesto de g...

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El secretario de Defensa de Estados Unidos no ha sido siempre el halcón que parece ahora. Su experiencia militar se limita a su servicio en el Estado Mayor del general Douglas McArthur. Acabada la II Guerra Mundial con el grado de capitán, Weinberger se dedicó a la práctica del Derecho en San Francisco, su ciudad natal.Pronto pasó a la política, y fue derrotado en su intento electoral de lograr el cargo de fiscal general del Estado de California. En 1966 se encontró con Ronald Reagan, el auténtico tapado de la derecha norteamericana, al que apoyó en su carrera para el puesto de gobernador de California.

Reagan lo nombró su director de finanzas, y así comenzó la imparable carrera de este hombre que se define como "periodista frustrado", que trabajó para el The Economist y que confiesa que su verdadera vocación es escribir críticas de libros.

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Hizo una pausa en su carrera para trabajar como vicepresidente y director, por medio millón de dólares al año, para la poderosa firma de ingeniería Betchel, en la que coincidió con George Shultz.

Caspar Weiberger está casado con una mujer que escribe cuentos para niños, con la que tiene dos hijos y a la que conoció durante la II Guerra Mundial, cuando ella trabajaba como enfermera en un transporte de tropas.

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