El precio de la libertad

, Sorprendido por las imágenes que captaba su cámara y pensando en la reacción del público, un fotógrafo comentó entonces can mucha ironía: "Me parecen demasiado guapos para ser terroristas, y esta mesa alargada con la chica en el centro a mí me recuerda una boda o la última cena". Aquellas imágenes que plasmaron la autodisolución de la rama más audaz y espectacular de ETA, el 30 de septiembre de 1982, se han asociado a lo largo de estos dos ;tilos con otras que recogen las salidas de las cárceles, el paso de frontera y siempre los trenes que cubren el trayecto Madrid-Irún. Casi ninguno de...

, Sorprendido por las imágenes que captaba su cámara y pensando en la reacción del público, un fotógrafo comentó entonces can mucha ironía: "Me parecen demasiado guapos para ser terroristas, y esta mesa alargada con la chica en el centro a mí me recuerda una boda o la última cena". Aquellas imágenes que plasmaron la autodisolución de la rama más audaz y espectacular de ETA, el 30 de septiembre de 1982, se han asociado a lo largo de estos dos ;tilos con otras que recogen las salidas de las cárceles, el paso de frontera y siempre los trenes que cubren el trayecto Madrid-Irún. Casi ninguno de los 12 dirigentes que participaron en aquel acto, inédito en la historia de ETA, creyó posible encontrarse libremente en sus casas sólo dos años más tarde. El acuerdo alcanzado por Juan María Bandrés,presidente de Euskadiko Ezketra, y Juan José Rosón, ministro del Interior, implicaba un compromiso sincero por ambas partes, pero sólo su desarrollo práctico le dio credibilidad.Un dirigente de Herri Batasuna afirmó públicamente en aquellas fechas que creería en la operación de reinserción social el día en que Juan Miguel Goiburu, Goiheni, y Joseba Aulestia, Zotza, pudieran volver a sus casas. Hoy Gohierri vive en San Sebastián y es el secretario del Ayuntamiento de (Haberría (Guipúzcoa), tras 15 años de activismo en ETA. Zotza, reclamado por 13 sumarios, se encuentra en Ondárroa (Vizcaya), dispuesto a trabajar en la fabricación de cajas de pescado y a "retomar la experiencia de un trabajo continuado de ocho o nueve horas".

La operación de excarcelaciones y de regreso de estos dos centenares y medio de antiguos activistas de ETApm VII se ha cerrado formalmente con Joseba Aulestia, a falta de que los tribunales militares resuelvan tres casos Ixndientes. Aulestia ha dicho que el proceso no ha sido precisamente un camino de rosas y que ha sido la convicción política de que la lucha armada desempeña un papel negativo para Euskadi lo que les ha hecho mantenerse firmes. ÉI y otros dirigentes poli-milis sostienen que el abandono voluntario de: las armas ha sido posible en ETApm y encontrará mucha más resistencia en ETAm, precisamente, y entre otras razones, por las diferentes concepciones sobre el papel de la lucha armada.

La mayoría de ellos ha encontrado trabajo, ya sea por su cualificación profesional o por las gestiones de sus amistades, y algunos de los que se encuentran en paro, los que trabajaron anteriormente y cotizaron a la Seguridad Social, cobran el subsidio de desempleo, ya que han sido considerados emigrantes retornados. Eneko Yarza es profesor de instituto, Sebastián Urdín trabaja en una fábrica de refrescos, Gastón Foronda en la Telefónica, su anterior empleo, Fernando Muñoz en una empresa de productos químicos, Eneko Álava en una cooperativa dedicada a la fabricación de muebles, Luis Emaldi estudia cinematografla en París, y otros como Ricardo Magallón y Eneko Bayona cumplen ahora el servicio militar. Según Juan Infante, el abogado que ha tramitado la excarcelación de muchos de estos antiguos activistas, la integración ha sido muy fácil porque no ha habido rechazo, si se exceptúa algunas pintadas en pueblos pequeños, a cargo de militantes de Herri Batasuna. "La gente viene con ánimo de vivir y de disfrutar y con un sentido muy poco dogmático de la vida. Se han hecho muy reflexivos y tienen una visión crítica respecto a la violencia".