Cucarachas hasta en la ducha

Los yóqueis, tras jugarse la vida en la pista, tienen que pelearse con las cucarachas que viven en las duchas de los vestuarios de Pineda. Los más escrupulosos han llegado a quitarse el barro y el polvo como han podido y marcharse a sus casas sin ducharse.Al igual que el resto de las instalaciones, los vestuarios de Pineda están en condiciones muy precarias. Una sola ducha para los jinetes aficionados y tres para los profesionales, las cuales casi nunca tienen agua caliente; una estufa, que rodean los yóqueis entre carrera y carrera, y unos destartalados bancos de madera componen su pob...

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Los yóqueis, tras jugarse la vida en la pista, tienen que pelearse con las cucarachas que viven en las duchas de los vestuarios de Pineda. Los más escrupulosos han llegado a quitarse el barro y el polvo como han podido y marcharse a sus casas sin ducharse.Al igual que el resto de las instalaciones, los vestuarios de Pineda están en condiciones muy precarias. Una sola ducha para los jinetes aficionados y tres para los profesionales, las cuales casi nunca tienen agua caliente; una estufa, que rodean los yóqueis entre carrera y carrera, y unos destartalados bancos de madera componen su pobre mobiliario. Las amazonas carecen de un cuarto para cambiarse y usan el de los yóqueis, que esperan su turno en la puerta.

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Cuando no con las cucarachas de las duchas, los jinetes luchan con las piedras de la pista. César Alonso ha sido uno de los perjudicados. Una piedra le alcanzó el ojo derecho y le provocó un derrame el domingo pasado.

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