Piniés será jubilado en junio, aunque presida la próxima Asamblea General de la ONU

El representante permanente de España ante las Naciones Unidas, Jaime de Piniés, será jubilado el 30 de junio próximo, sin que el hecho de que su nombre haya sido pactado en la ONU para presidir la próxima asamblea general sirva para hacer una excepción en la aplicación de las edades de retiro previstas en la nueva ley de la Función Pública, según han confirmado cualificadas fuentes diplomáticas españolas.

Las nuevas edades de jubilación y la creación de nuevos destinos de diplomáticos, obligada por la entrada en el Mercado Común, generarán buen número de relevos en el Ministerio de...

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El representante permanente de España ante las Naciones Unidas, Jaime de Piniés, será jubilado el 30 de junio próximo, sin que el hecho de que su nombre haya sido pactado en la ONU para presidir la próxima asamblea general sirva para hacer una excepción en la aplicación de las edades de retiro previstas en la nueva ley de la Función Pública, según han confirmado cualificadas fuentes diplomáticas españolas.

Las nuevas edades de jubilación y la creación de nuevos destinos de diplomáticos, obligada por la entrada en el Mercado Común, generarán buen número de relevos en el Ministerio de Asuntos Exteriores español, que afectarán no sólo a embajadores, sino también a directores generales del departamento.De momento, se conocen ya los nombres de los diplomáticos que sustituirán a los embajadores que se jubilan primero y para algunos se ha pedido ya el plácet en sus nuevos destinos. Francisco Javier Oyarzun -hasta ahora, embajador en Teherán- pasará a dirigir la Embajada en Ottawa; el ministro consejero (número dos) de la Embajada en París, Carlos Longoria, será nombrado embajador en El Cairo, y el actual embajador en Viena, Juan Luis Pan de Soraluce, será enviado de embajador a Berna.

El hombre que sustituirá a Piniés -cuya jubilación no impedirá que presida la Asambleano está aún decidido. En principio, se estima que será algún diplomático con experiencia en la Organización de Naciones Unidas y, a la vez, con la plena confianza del Gobierno.

Entre las personas que cumplen ambos requisitos -por haber estado destinadas en la Organización de Naciones Unidas y formar parte del actual equipo gubernamental- se encuentran los directores generales de la Oficina de Información Diplomática, Fernando Schwartz; de Iberoamérica, Mercedes Rico; de Cooperación Internacional,José Luis Pardos, y de Organismos Internacionales, Francisco Villar, así como el asesor del presidente del Gobierno, Juan Antonio Yáñez. Estos son los nombres que suenan en el Ministerio de Asuntos Exteriores, en donde todavía no se ha tomado ninguna decisión.

El 40 aniversario

El relevo de Piniés, además de por la especialidad que exige el destino en este complejo organismo internacional, se complica más por dos hechos: el próximo año se conmemora el 402 aniversario de la ONU, que se pretende celebrar con especial relieve, y posiblemente el Rey o el presidente del Gobierno español asistan a la Asamblea para pronunciar un discurso; además, el número dos de la delegación de España en la ONU, Emilio Artacho, también cesará este año, según le corresponde por haber agotado su destino, lo que dificultará más la sucesión de Piniés.Además de los relevos ya mencionados, se pretenden hacer algunos cambios de embajadores en Centroamérica. Igualmente, el embajador en Estocolmo, Máximo Cajal, regresará a Madrid como director general de América del Norte y será relevado por José Manuel Allende Salazar, que precisamente desempeña hasta ahora el cargo que ocupará Cajal

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Otros embajadores que cesarán previsiblemente en breve plazo son Emilio Cassinello (México), para incorporarse al equipo Morán, y el no diplomático Raúl Morodo (Unesco).

Cambios en el ministerio

Esta serie de relevos y los nuevos destinos de comisarios y directores generales en la CEE, así como las vacantes que surgirán para funcionarios españoles en el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, obligarán a Morán, probablemente, a hacer cambios entre algunos altos cargos de su ministerio.Al menos cuatro de estos altos cargos - que se consideraban quemados o que habían cumplido ya sus tareas - han pedido ser relevados para proseguir sus carreras en otros destinos en el extranjero, pero el ministro de Asuntos Exteriores se resiste a hacer cambios porque considera que su equipo "funciona", según coinciden en señalar diversas fuentes cualificadas del propio ministerio.

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