Tribuna:

Cuando llueve a gusto de todos, suele hacer buen tiempo

La última sesión de esta primera tanda de 1 985 terminó en medio de una euforia general que elevó el índice general casi dos puntos, para situarse en una ganancia de 4,55%. Para ser el balance de tres días de contratación, uno de los cuales estuvo distorsionado por el masivo reparto de dividendos, el resultado es bastante significativo.El comportamiento del mercado, de esta manera, responde a las previsiones que los analistas ya habían trazado durante el pasado mes de noviembre, aunque la subida es más fuerte de lo esperado. Las realizaciones de beneficios llegarán por este camino antes de lo ...

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La última sesión de esta primera tanda de 1 985 terminó en medio de una euforia general que elevó el índice general casi dos puntos, para situarse en una ganancia de 4,55%. Para ser el balance de tres días de contratación, uno de los cuales estuvo distorsionado por el masivo reparto de dividendos, el resultado es bastante significativo.El comportamiento del mercado, de esta manera, responde a las previsiones que los analistas ya habían trazado durante el pasado mes de noviembre, aunque la subida es más fuerte de lo esperado. Las realizaciones de beneficios llegarán por este camino antes de lo anunciado, a pesar de que en estos momentos las ganas de desprenderse de papel brillan por su ausencia. No sorprende, pues, que los volúmenes de contratación en estas primeras tres sesiones oscilen en torno a los 1.300 millones de pesetas, muy por debajo de los casi 2.000 millones efectivos de la última semana de diciembre.

Las compras a crédito, por el contrario, se mantienen en niveles muy similares a los de finales de 1984. El jueves se contrataron por este sistema 157,3 millones de pesetas, que se posicionaron preferentemente en el sector eléctrico: Fecsa, 38,5 millones de pesetas efectivas; Unión Fenosa, 12,8 millones; Iberduero, 11,7 millones; Hídrola, 6,7 millones, e Hidro Cantábrico, 4 millones. Tanto uno como otro síntoma demuestran una decidida convicción alcista por parte de los operadores.

Los expertos más prudentes, por su parte, consideran que esta orientación positiva de la Bolsa debe mantenerse en el primer trimestre de, forma generalizada para prácticamente todos los valores, ya que la beneficiosa influencia de la marcha general de la economía -contención de la inflación y del déficit público; aumento de las reservas de divisas; exceso de liquidez, aunque sin tensiones apreciables; previsible descenso de los tipos de interés de los pagarés del Tesoro-, ha influido para bien en el ánimo de los inversores.

Pero no hay que olvidar la proximidad de las juntas generales de accionistas, momento en el que se pondrá de manifiesto la situación real de las distintas sociedades. A partir de ese momento se augura una etapa muy selectiva que, aunque permitirá la continuación de la tónica alcista, ya no arrastrará a todos los valores de forma tan indiscriminada como hasta ahora. Se impondrá crudamente el atento análisis de los balances empresariales y los operadores extraerán de ello las consecuencias pertinentes para su actuación en bolsa.

Por esta razón muchos analistas creen que la situación del corro bancario se modificará inevitablemente. Ayer las siete mayores entidades se encontraron con un saldo por caja de 261.448 títulos a la compra, de los que 175.851 correspondían al Popular, lo que les permitió subidas generalizadas (22 enteros en el caso de este último banco), que se resumieron en la ganancia de 1,59 puntos en su índice particular (3,24% en la semana).

Las expectativas para la próxima semana, por lo demás, no varían sustancialmente respecto a lo acontecido en la presente. Todavía se mantienen bastantes ampliaciones de capital (ayer finalizó la de Unión Fenosa, que se saldó con una recuperación de medio entero), aunque el mercado no ha acusado tensiones, dada la cantidad apreciable de dinero que flota en el ambiente.

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