CATALUÑA

Una mujer ebria mata a su hijo, de dos años, porque le impedía ver la televisión

Marcos Escribano Hernández, de dos años y medio de edad, murió el jueves por la noche en la localidad barcelonesa de Sabadell, al ser estrangulado por su madre, María Hernández González, de 26 años, quien, en estado de embriaguez, perdió los nervios porque las travesuras del pequeño le impedían seguir con atención un programa de televisión, según fuentes policiales. Una vez cometida la acción, la mujer comunicó lo ocurrido a su marido, Joaquín Escribano, y a la policía.

El trágico hecho aconteció poco después de las 11 de la noche. En el domicilio conyugal de la calle Calders, 150, de S...

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Marcos Escribano Hernández, de dos años y medio de edad, murió el jueves por la noche en la localidad barcelonesa de Sabadell, al ser estrangulado por su madre, María Hernández González, de 26 años, quien, en estado de embriaguez, perdió los nervios porque las travesuras del pequeño le impedían seguir con atención un programa de televisión, según fuentes policiales. Una vez cometida la acción, la mujer comunicó lo ocurrido a su marido, Joaquín Escribano, y a la policía.

El trágico hecho aconteció poco después de las 11 de la noche. En el domicilio conyugal de la calle Calders, 150, de Sabadell, se encontraban la madre y el niño, ya que el marido Joaquín Escribano Etayo, de 27 años, estaba trabajando en el obrador de panadería de la vecina localidad de Sant Quize del Vallés, donde presta habitualmente sus servicios profesionales como empleado de la tahona.La mujer, según ella misma manifestó en sus declaraciones a la policía, había bebido una botella de vino tinto, por lo que se supone que estaba bajo los efectos del alcohol cuando cometió el filicidio.

Minutos después de las 11 de la noche, y mientras miraba la televisión, el pequeño seguía correteando por el apartamento. En un momento dado, y sin que haya explicado aún los motivos que la indujeron a ello, cogió a Marcos por el cuello y lo recostó en un sofá. Al tiempo que le gritaba que se callara, fue apretándole el cuello con las manos.

Cuando el niño dejó de moverse, la mujer se asustó y llamó por teléfono a su esposo, al que dijo que acababa de cometer "una cosa mala"; a renglón seguido, llamó al número telefónico 091, de la Policía Nacional, para informar que había causado la muerte de su hijo.

El padre del niño se desplazó de inmediato hasta su hogar (el trayecto es inferior a los cinco kilómetros) y al ver a Marcos inerte en el sofá lo trasladó urgentemente a la clínica infantil Nen Jesús; en dicho centro, los médicos nada pudieron hacer, ya que el pequeño ingresó cadáver.

Paralelamente, miembros de la Policía Nacional acudieron hasta el piso, donde encontraron sólo a María Hernández, quien ratificó lo que había adelantado por teléfono.

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